Ibertren, Märklin, ACME, Dapol, Minitrains, etc… No tienen nada que ver con la náutica, ni con la Ley de Puertos de Baleares, ni con la ecotasa. Claro que tampoco parece que los trenes o la vivienda social tengan mucho que ver con los navegantes y la náutica, o tal vez sí… No hace tanto algún iluminado decidió utilizar fondos recaudados a cuenta de la ecotasa para pagar un museo ferroviario, algo mucho más necesario, suponemos, que arreglar la infraestructura de aguas residuales, proteger la posidonia o la Serra de Tramuntana.
El año pasado se destinó un «bon grepat de duros» procedentes de la empresa pública Ports de les Illes Balears a financiar vivienda social, eso tan prioritario para el Govern que en la anterior legislatura de doña Francina no construyó ni dos docenas.
¿Y este año? Este año vuelve el de los trenes y decide que, como ahora Ports IB tiene superávit, va a destinar diez millones de euros a sufragar el déficit del ferrocarril en vez de invertir en mejorar los puertos, equiparar los sueldos de su personal al de otros entes públicos, eliminar la tasa T5 para reducir el coste de los amarres, fomentar una «semana azul» para que los críos puedan pillarle el gusto a navegar…
Lógicamente, el representante del Consell de Ibiza en el Consejo de Administración del ente recordó que allí no hay trenes y se abstuvo, al igual que el de los clubes náuticos, mientras que los sindicatos se opusieron. Todos los demás votaron a favor y, al hacerlo, se pusieron por montera al artículo 37.2 de la Ley de Puertos de Baleares que dice algo tan raro como que «los recursos tributarios obtenidos por Puertos de Baleares se han de afectar al cumplimiento de la finalidad institucional que esta ley le confía».
Lo de Anade diciendo que se alegra porque eso supone una contribución solidaria de la náutica a la sociedad no lo entiendo, salvo que no se hayan dado cuenta de la enorme labor por la náutica social que desarrollan los clubes náuticos y otras entidades sin ánimo de lucro y que pretendan hacernos olvidar las burradas que se pagan en la mayoría de las marinas de Baleares.
Señor conseller Marc Pons, si le van los trenes, cómprese uno de juguete, pero no toque los recursos de una entidad que si ha conseguido ser rentable es porque nos han subido los cánones de forma desmesurada y porque hay un buen equipo de gestión. ¿No sería más lógico buscar al responsable de semejante gesta financiera y ponerlo al frente de la SFM en vez de, una vez más, castigar a la náutica con sus veleidades? ¿No se le ha ocurrido que si los trenes pierden dinero, tal vez sea porque no convencen a los usuarios de cambiar el coche por el tren?
Entretanto, Cala Rajada sigue sin estar arreglado, Gloria se ha cargado buena parte del litoral, es imposible deshacerse de las aguas negras en los puertos de gestión directa, los empleados de Ports IB cobran menos que los de otras entidades autonómicas, los amarres son demasiado caros, los servicios deficientes, la juventud crece de espaldas al mar, pero eso no importa. Los navegantes son unos pijos y la náutica no es sino una vaca para ordeñar, hasta que se acabe la paciencia. Señor conseller, ¿es tan difícil cumplir la ley o es que eso no va con usted?
De trenes y puertos deportivos
Como Ports IB tiene superávit va a destinar diez millones de euros a sufragar el déficit del ferrocarril en vez de invertir en mejorar los puertos