CÓDIGO AZUL

JOSÉ LUIS MIRÓ

Periodista desde 1991. Subdirector de Mallorca Press y de Gaceta Náutica. He sido redactor jefe y columnista de El Mundo de Baleares. Ejerzo de responsable de comunicación y jefe de prensa de varias entidades náuticas que nada tienen que ver con lo que aquí opino. Asesoro a empresas en materia de comunicación.

El ecologismo mercantil se queda sin el pretexto de la posidonia

Ante la evidencia de que los fondeos en posidonia son residuales, los ‘antibarcos’ se buscan otros argumentos: la “saturación” y el “ruido de origen antropogénico”.

Un informe del Govern dice que no hay evidencia de que los vertidos causen daños a la posidonia.

El día en que el conseller de Medio Ambiente compareció para presentar la campaña de vigilancia de la posidonia en Baleares, uno esperaba que, a la vista de los datos, en algún momento dijera algo como “quizás hemos sido injustos con los navegantes” o “nos hemos pasado de la raya” responsabilizando a este colectivo de destruir los ecosistemas marinos de Baleares. Obviamente se trataba de una expectativa inocente, pues desde hace muchísimo tiempo no se ha visto asomar desde las madrigueras del poder la testa de ningún político que reconozca sus errores.

Lejos de pedir disculpas, el conseller tuvo el cuajo de arrogarse el éxito de que los navegantes, en su inmensa mayoría, no larguen el ancla sobre posidonia, gracias, dijo, a su campaña de concienciación y de fomento de las delaciones entre ciudadanos.

Cualquiera que conozca mínimamente este mundillo sabe que un navegante bien formado elegirá siempre un fondo de arena por su propia seguridad y la de su embarcación, y porque es plenamente consciente de la importancia ecológica de las praderas de posidonia.

Esa conciencia la tenían los usuarios del mar mucho antes de que un grupo de políticos y biólogos decidieran hace dos décadas montarse un negocio alrededor de la protección de esta planta. ¿Cuántos millones de euros se han invertido en repetir una y otra vez el mismo mensaje en charlas y folletos? ¿A dónde ha ido a parar todo ese dinero? ¡Pero si hasta se han inventado un festival de cine de la posidonia!

Pero no nos desviemos, vayamos primero a los hechos. Admitió el conseller –qué remedio– que la famosa campaña de vigilancia de 2021 se ha sustanciado en 62 propuestas de sanción (que no en multas) después de revisar más de 120.000 fondeos. El 95,3% de las anclas estaban correctamente depositadas sobre arena y sólo en el 4,7% restante de los casos el patrón del barco fue instando a desplazar su fondeo por existir riesgo de que, desde el subjetivo punto de vista del vigilante, la cadena pudiera rozar la pradera; es decir, que no se había producido afectación directa de la planta.

Y es aquí, permítanme que llame su atención sobre este punto, donde la Conselleria de Medio Ambiente se ha tenido que comer la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Baleares que anula el régimen sancionador del decreto de protección de la posidonia. Mir, que tiene fobia por la náutica, como el resto de sus compañeros de Més, pretendía convertir todas esas advertencias de los vigilantes en potenciales sanciones, lo que le hubiera permitido presentarse ante los medios y denunciar el desastre (a todas luces falso) que los navegantes provocan sobre esta especie protegida. Pero, menos mal, ahí estuvo la Justicia para desbaratar el plan.

Comoquiera que los datos no hay por dónde cogerlos para sostener la demonización de la náutica, el conseller ha optado por abrir un nuevo frente contra los barcos de recreo. Hace ya más de medio año que el ecologismo oficial, a través de sus asociaciones subvencionadas, plataformas y fundaciones afines, vienen ofreciendo pistas de por qué derroteros irá su próxima campaña. Uno de los primeros indicios fue el anuncio de limitar el fondeo sobre arena en el proyecto de gestión de la costa de Levante de Mallorca. Antes, el Govern ya había logrado colar esta restricción en el litoral de Formentera vía decreto, aprovechando la crisis sanitaria.

Ya no se hablaba de posidonia, sino de “carga” y “saturación”. Bueno, en realidad sí se seguía recurriendo a la posidonia. Casi en paralelo a la idea de limitar el fondeo también en arena, empezó a circular un estudio publicado por ‘Nature Communications Biology’ en el que, ojo al dato, se afirma que exponer las plantas a “ruido de origen antropogénico” provoca “lesiones graves y permanentes en sus órganos sensoriales”.

Lo han leído bien. Ya no es el ancla, sino la mera presencia de seres humanos lo que pone en peligro la supervivencia de la posidonia. Lo dice el Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), un centro que, según el teletipo de la agencia EFEVerde que se hace eco del estudio, “es líder mundial en estudiar la contaminación acústica en el océano”. En la noticia, aparecida en decenas de medios de comunicación digitales, se afirma que la posidonia está en una situación de gran fragilidad “debido al uso masivo de los anclajes de las embarcaciones de recreo, que arrancan de raíz estas praderas marinas únicas”, algo que, como hemos sabido a raíz de la campaña de vigilancia en Baleares, está muy lejos de ser verdad, al menos en cuanto a lo de “masivo”.

Por supuesto, en el artículo no aparece ni una sola línea referida a los vertidos de aguas residuales. Y no es de extrañar: la Conselleria de Medio Ambiente ha tenido la desfachatez de plasmar en un informe dirigido a un juzgado de instrucción de Palma que “no hay evidencias científicas” de que las depuradoras o desaladoras afecten a las praderas de posidonia oceánica. O sea, que arrojar millones de litros de materia orgánica, plásticos y productos químicos sobre o en el entorno de la planta es inocuo, pero el ruido humano es mortal de necesidad. Se ve que ningún laboratorio “líder mundial” ni biólogo reputado ha caído en la cuenta de investigar los vertidos. O quizás sus conclusiones no han sido del interés de nuestras autoridades medioambientales. 

No pierdan de vista el trabajo de laboratorio de bioacústica, porque seguramente se convierta en el gran argumento de las mercantiles del ecologismo para establecer áreas libres de barcos, con independencia de la configuración del lecho marino, a fin de que la posidonia disfrute en absoluta soledad del benigno rumor de los emisarios de aguas residuales.

Negueruela y las piedras

El portavoz socialista no pudo evitar jactarse de que había movido hilos en el Ministerio de Transportes para boicotear el proyecto del puerto de Palma: «Sí, lo hemos parado».

Impunidad judicial para las administraciones contaminantes

Resulta difícil sustraerse al pensamiento de que no todos somos iguales ante la Justicia tras el carpetazo de la Audiencia Provincial de Palma a uno de los mayores desastre ecológicos perpetrados en Baleares

Mis amigos de la pesca submarina

Atletas que antes eran considerados héroes han caído en el ostracismo social por una campaña gubernamental de desprestigio que no tiene asidero

Angel Matías despliega su plumaje en el aniversario de la APB

Ports de Balears homenajea a su ex director, sentenciado en el caso Mar Blau por alteración de concursos y prevaricación administrativa

El GOB se hace trampas al solitario (y la prensa le sigue la corriente)

​​​​​​​A los ecologistas subvencionados con 281.000 euros por el Govern no les gustan los datos de las inspecciones de pesca porque contravienen su relato. Los medios, en lugar de ceñirse a las cifras, prefieren divulgar las impresiones percibidas “boca-oreja” por esta entidad.

La APB sólo tiene que elegir el precio del café

Puertos no puede seguir tirando el balón hacia delante con todos los asuntos que tiene sobre la mesa. Que decida: o hace caja o garantiza el acceso a los puertos de las economías medias. No hay más.

Ataque a los clubes: así se gentrifica la náutica de recreo en España

Todo el mundo en nuestro sector sabe que existe una trama organizada para acabar con los clubes náuticos y convertirlos en aparcamientos de yates

El caso vertidos y las cartas marcadas de Més

Es imposible que el partido político Més (y en general toda la izquierda española) pierda la partida: si un juez le da la razón, bien; si no, la Justicia es una cloaca. Y así con todo.

El PP también criminaliza a los navegantes

El portavoz popular compra el relato de Més y pide más vigilancia para evitar que "se tiren anclas sobre posidonia" en Ibiza y Formentera

Ibiza y el caso Puertos

La cuestión nuclear de esta nueva pieza separada está en la presunta extorsión al club náutico y la APB

Lío monumental en el varadero

La burocracia amenaza con liquidar a las empresas de mantenimiento de yates

La alargada sombra de la posidonia

La sorprendente revelación científica de que existen hábitats que necesitan «mucha más protección» y a los que nadie presta atención

El cartelito de los peces y la estafa de la sostenibilidad

El concierto de Los 40 pagado con la falsa ecotasa no tiene nada que ver con el medio ambiente, pero en el cartel hay delfines y medusas

Plan de Puertos: Baleares condena la navegación a vela

Sólo el 9% de los barcos matriculados son veleros porque no hay amarres. El Govern ha aprobado un plan de puertos que prohíbe ampliar las instalaciones y apuesta por las motoras. Todo muy sostenible.

La APB necesitá cambios más profundos

No basta con sustituir al director nueve meses después de la operación de la Fiscalía Anticorrupción

Més y el PP deciden no remover la mierda

Dos partidos que teóricamente están en las antípodas el uno del otro escenificaron un paripé para que no se note que están de acuerdo en no pisarse la manguera

El ninguneo de Yllanes a la feria náutica virtual

La Cámara de Comercio, dispuesta a sacar adelante el Balearic Yacht Show digital con independecia de lo que opine el IDI

Gracias, diputado Ferrá, nos anima usted a seguir

No exageremos. Ni la democracia ni la libertad de información están en peligro porque un político de segunda línea insulte a Gaceta Náutica. La cuestión es que el diputado Ferrá no puede refutar la veracidad de nuestras informaciones sobre los vertidos. Por eso las llama “campaña”

Si funciona, apuesta por ello

Baleares se ha dado de bruces abruptamente con las consecuencias de un modelo basado en el monocultivo del turismo y es preocupante que en lugar de buscar alternativas realistas, como la náutica, donde tanto tenemos que ofrecer, nuestros gobernantes ya hayan decidido que seguirán dándole la espalda al mar

Gual y la teoría de la conspiración

La Fiscalía, la Guardia Civil y el Juzgado habrían actuado al dictado de una supuesta mafia, según la tesis que han puesto a circular personas allegadas al ex presidente

Son de secano

Podemos estigmatiza a la náutica con su campaña de impuestos a los ricos mientras su líder en Baleares dirige el Palma Boat Show y subvenciona a las asociaciones de grandes yates

El Govern debe exigir al Estado todas las competencias portuarias

La crisis del Covid-19 pone de manifiesto la discriminación que sufren las empresas náuticas que operan bajo competencia de Puertos del Estado

La unión (de la náutica) hace la fuerza

El sector está demostrando desde hace dos meses su fortaleza gracias a la suma de todos sus actores, desde la industria más grande hasta el más humilde navegante. Ojalá este espíritu de equipo perdure más allá de la pandemia