LA TRIBUNA DE LA MAR

MIGUEL FÉLIX CHICÓN RODRÍGUEZ

Nacido en Tánger en 1960, las travesías del Estrecho de Gibraltar realizadas siendo niño le dejaron un poso que le llevó a cursar, años más tarde, estudios de capitán de la marina mercante en Palma y Barcelona. Desde 1978 hasta 1994 navegó como oficial en buques petroleros, en frigoríficos, como alférez de fragata en la Armada española y ejerció el mando de buques de pasaje, de tipo ferry y embarcaciones de alta velocidad. Fue jefe del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Palma desde 1996 hasta 2022.

El naufragio del galeón San Agustín

Llevaban casi un mes fondados en el Puerto de los Reyes cuando ocurrió lo impensable: se desató un fuerte temporal que hizo garrear al barco hasta que quedó varado en la arena y se partió en dos

Los indios miwok asisten desde la orilla al naufragio del San Agustín.

Talatui: Los «talatui» o «miwok de la costa» son una tribu nativo-americana que se ubicaban al norte de la actual San Francisco, en las proximidades de la Punta de los Reyes, de Drake’s Bay y de Bodega Bay.

Cuando el galeón San Agustín, al mando del experto capitán portugués Sebastiao Rodrigues Soromenho, al servicio de la corona española, zarpa de Manila a principios de julio de 1595, nada hace pensar que no llegará a su destino, Acapulco. Cargado de porcelanas chinas, sedas, cera y otros artículos de lujo, el virrey Luis de Velasco y Castilla le ha encargado a Soromenho una tarea adicional: la misión de explorar y cartografiar la costa californiana en busca de lugares de refugio seguros para el Galeón de Manila, con el fin de abrigarse de tormentas o protegerse de ataques de piratas.

Una vez que el San Agustín finaliza la dura y temible travesía del Pacífico, Soromenho recala en las proximidades de Trinidad Head, en la costa septentrional de la actual California, pero sigue navegando hacia el sur en busca de algún refugio más propicio. Así es como, a principios de noviembre, llega a Drake’s Bay, donde unos años antes Drake había reparado su barco. Soromenho fondea en la amplia bahía, a la que llama Puerto de los Reyes, y comprueba que los nativos son amigables, por lo que aprovecha para reaprovisionarse, explorar la zona y realizar algún intercambio comercial con ellos.

Ya llevaban casi un mes en la zona cuando ocurrió lo impensable: se desató un fuerte temporal que hizo garrear al San Agustín hasta que quedó varado en la arena y se partió en dos. Solo falleció una docena de los 83 hombres que iban a bordo, pero el naufragio hizo que las relaciones con los nativos se deterioraran ya que estos querían quedarse con toda la mercancía y pertenencias arrojadas a tierra. Los supervivientes construyeron a toda prisa una embarcación, a la que llamaron San Buenaventura, y se hicieron a la mar el 8 de diciembre.

A pesar de las pocas provisiones y de la menor amabilidad de los nativos que iban encontrando, Soromenho no dejó de hacer exploraciones y cartografiar la costa. Llama la atención que no avistasen la entrada de la bahía de la actual San Francisco, probablemente porque la niebla y las precarias condiciones se lo impidieron. En una de estas exploraciones terrestres encontraron varado «un pez de gran tamaño», probablemente un cetáceo, que les sirvió para reponerse y seguir hasta el puerto de Chacala, la actual Jalisco, donde llegaron el 17 de enero de 1596.

Las autoridades consideraron que Soromenho no había llevado a cabo la misión con la diligencia debida, al no cartografiar toda la costa. A partir de ese momento, se tomó la decisión de que las embarcaciones o flotas cuya misión fuese la de explorar la costa y el territorio debían, específicamente, dedicarse a ese menester. A pesar de todo, en 1602 el navegante Sebastián Vizcaíno utilizó las cartas de Soromenho para continuar explorando toda la costa californiana hasta Cabo Mendocino.

A mediados del siglo XIX, el territorio de los miwok fue anexionado por los Estados Unidos, creándose California, coincidiendo con la fiebre del oro, propiciando que el territorio miwok sea invadido y se degrade. Los miwok entran en guerra contra los blancos, que los diezman y obligan a entrar en reservas, mientras ellos se reparten sus mejores tierras. Lejos queda la amabilidad con la que habían comerciado con los españoles e ingleses. Incluso con los rusos de Bodega Bay quienes, a principios del XIX, tenían prohibido abusar de ellos.

Ya bien metidos en el siglo XX, diferentes estudios arqueológicos encontraron, en las tumbas de los miwok que fueron excavadas en las proximidades de Tamal Huye (nombre miwok de la Bahía de Drake), objetos de procedencia asiática tales como vajillas de porcelana china, cubiertos, telas de seda, clavos de hierro... Objetos que formaban parte de las mortajas y que habían sido fruto de los intercambios amistosos llevados a cabo con hombres del galeón San Agustín siglos antes. Aún perdura una vieja tradición oral de los miwok que recuerda el lejano día en que unos extraños forasteros llegaron por la mar en un gran barco.

La razón de por qué Alfred Hitchcock eligió Bodega Bay para filmar Los Pájaros imagino que nada tiene que ver con lo narrado, pero no deja de llamar la atención...

Los samurais del galeón San Diego

El arqueólogo francés Frank Goddyo recuperó miles de piezas del buque español naufragado en 1600 en Manila, entre ellas los guardamanos de los mercenarios japoneses

Barberos, cirujanos y médicos

Cada médico-cirujano que se embarcaba debía llevar su propia caja de instrumentos y estar al tanto del plan de combate en caso de batalla

Tonel y tonelada

El concepto actual de tonelaje no es aplicable a los buques de la época, ya que por entonces el tamaño de los barcos se expresaba en términos de su capacidad, del espacio de carga disponible bajo cubierta

Las cañoneras

Las pequeñas lanchas armadas creadas por el almirante Antonio Barceló causaron estragos en las defensas británicas en el Gran Asedio a Gibraltar

Mascarones de proa

La representación de figuras como leones, águilas, dragones y otros animales que simbolizaban la fiereza del barco y sus tripulantes era muy utilizada.

La broma

El molusco ‘teredo navalis’ podía acabar con grandes construcciones de madera, desde diques hasta cascos de barcos, y Colón y Elcano sufrieron en sus naves su destructiva acción

La pacotilla

En la Carrera de Indias y en la del Pacífico los tripulantes complementaban su buen sueldo con artículos para comerciar tanto al llegar al destino como en el regreso

Universidad de mareantes

La imagen de los marinos como un colectivo de rudos analfabetos no se corresponde con la realidad. ¿Cómo explicar, si no, el éxito en la construcción de los buques y su navegación por los océanos?

La estabilidad en los galeones

Estabilidad de un buque: propiedad que este tiene de recuperar su estado de equilibrio inicial (adrizado) cuando un elemento interno o externo (mar o viento) hace que lo pierda.

Las bombas de agotar

Las bombas de achique eran desde el comienzo de los tiempos de la navegación hasta la actualidad un elemento vital en la equipación de los barcos

La aguja de marear

Sobre el siglo XII ya se utilizaban agujas magnéticas colocadas sobre un flotador en una vasija con agua para dar los rumbos en navegaciones largas

El timón de codaste

Su invención revolucionó la navegación y realizar travesías con un mínimo de garantías. Hasta entonces los barcos se gobernaban con los remos.

Cuatro cuartas y través

Teorema de Pitágoras: En todo triángulo rectángulo, la longitud de la hipotenusa es igual a la raíz cuadrada de la suma de las áreas de los cuadrados de las respectivas longitudes de los catetos.

Los mártires de Nagasaki

Hideyoshi, unificador de Japón, condenó a una cruel muerte a 26 cristianos, 17 laicos japoneses, tres jesuitas japoneses y seis franciscanos pues temía que la evangelización fuera el paso previo a la conquista española

La seguridad a bordo

Medidas operativas, invocaciones, supersticiones y rituales se mezclaban antaño con el afán de garantizar la supervivencia frente a la furia del océano

La vida a bordo de una galera del siglo XVI

Pesca, juegos de naipes (aunque estuvieran prohibidos), representaciones teatrales, belenes y lecturas en voz alta de libros de caballerías amenizaban las duras condiciones de los marineros.

La peste de las naos

El escorbuto causó más muertes que cualquier naufragio o batalla en las travesías de las naos que se prolongaban durante meses - James Lindt encontró el remedio contra la enfermedad: la vitamina C

El Galeón de Manila

El primer tornaviaje Andrés de Urdaneta genera lo que puede considerarse la primera línea marítima regular conocida, que une tres continentes durante 250 años

El motín del San Jerónimo (y II)

Lope Martín quiere abandonar en el atolón de Ujelang a los que considera sospechosos de no apoyarle, pero las cosas no salen como pretende

El motín del San Jerónimo (I)

Es evidente que Lope Martín, piloto del San Jeróniimo acusado de deserción, no desea llegar a Filipinas y que su objetivo es dirigirse a la China para dedicarse al pirateo

El tornaviaje

La expedición de Urdaneta logra al fin establecer el Tornaviaje en 1565 y comienza así la primera línea regular conocida, el Galeón de Manila, que unió durante 250 años las costas de México y Filipinas

Las Filipinas

Ruy López de Villalobos mandó la expedición con trágico final para él en la que dio nombre a las islas del gran archipiélago asiático en honor del entonces hijo del emperador Carlos I

La guerra de las especias

Tras la muerte de Loaísa y Elcano, la figura de Andrés de Urdaneta se revela como decisiva por sus dotes de negociación con los indígenas, mientras las dinastías española y portuguesa habían pactado ya la cesión de las Molucas a la corona lusitana

La odisea del Santiago

Este patache de no más de 20 metros de eslora recorre todo el litoral pacífico americano hasta llegar a Nueva España (México)

La expedición de Loaísa

El emperador Carlos I decide armar una flota al mando de Frey García de Loaisa, formada por siete barcos y unos cuatrocientos cincuenta hombres

Juan Sebastián Elcano

Solo 18 hombres, por fin llegan a Sanlúcar el 6 de septiembre de 1522, totalmente desfallecidos, demacrados, habiendo completado la circunvalación de la Tierra

Ortodrómica

Finalmente, la Trinidad debe quedarse en las Molucas para reparar una vía de agua en la sentina y la Victoria zarpa sola para regresar a España cargada de especias surcando el Índico y bordeando las costas africanas

Magallanes

El almirante, convencido de que la Armada de las Especias es casi invencible frente a los indígenas, urde un plan para someter al jefe Celapulapu. Reúne un grupo de solo 50 hombres con él al frente para enfrentarse a 1.500 guerreros armados con lanzas de caña

El mar del Sur

Encontrado el deseado paso entre el Océano Atlántico y la Mar del Sur, Magallanes y su menguada armada de tres naos comienzan una de las más duras, largas y terribles travesías afrontadas por el ser humano

La Armada se deshace

El testimonio del piloto de la San Antonio, tras amotinarse y regresar a España, hace que se dé por perdida para siempre la Armada de las Especias y por fracasado el intento de hallar un paso que una Océano Atlántico y Mar del Sur

Motín (I)

¿Qué podía impulsar a un grupo de hombres a amotinarse contra la autoridad establecida por el rey aun a sabiendas de que el castigo era la muerte?

Primus circumdedisti me

En 2022 se cumple el quinto centenario de la primera vuelta al mundo. Así eran las naos que emprendieron la travesía y los hombres que las tripulaban.

Gente de guerra y de pluma

El cabo lombardero estaba al cargo de las culebrinas, falconetes y pedreros, mientras que los arcabuces y resto de armas eran responsabilidad del mayordomo de artillería.

Gente de cabo

Contramaestres, barberos, carpinteros de ribera, calafates, remolares, boteros, proeles, timoneros y alguaciles eran algunos de los especialistas que poblaban las tripulaciones de antaño

La chusma

La RAE la define, en su primera acepción, como «conjunto de galeotes que servían en las galeras reales». Así era la vida a bordo de aquellas embarcaciones.

El Ponent

Cada puesta de sol era admirada, pero no era capaz de ver el rayo verde. Tampoco es que tuviese mayor importancia, pero es cierto que me generaba dudas hasta de su existencia

El Llebeig

El viento del sudoeste para los helenos, uno de los Anemoi Menores, estaba representado en la Torre de los Vientos de la Acrópolis ateniense como un joven alado, sin barba, que controla el timón de un barco.

El Migjorn

En la Torre de los Vientos de la Acrópolis los helenos llamaban al viento del sur Notos, el portador de la lluvia

El Xaloc

El amanecer de Sirius por el sureste, por el xaloc, ya era muy celebrado por los egipcios, que la consideraban el Ojo del Cielo.

El Gregal

Tenemos que considerar su origen latino y situarnos en un punto imaginario central del Mare Nostrum: es el viento que sopla desde Grecia

La Tramontana

El único viento con nombre femenino, que deriva del latín transmontanus, de más allá de las montañas, ya sean los Alpes o los Pirineos

La rosa de los vientos

Su invención se atribuye al mallorquín Raymundus Llullius (Ramón Llull), quien se basó en trabajos descritos en el Libro II de Geografía Física, de Plinio El Viejo

‘Navigare necesse est’

Ahora que estamos capeando un duro temporal seamos, más que nunca, consecuentes con ello y naveguemos con determinación para arribar todos a buen puerto. Es hora de navegar, es necesario.