Poder disfrutar de las rampas de Ports IB se nos complica nuevamente. Durante años hemos tenido que soportar cierres inesperados de varias rampas, ya sea por mantenimiento o por estar inutilizables, sin previo aviso. Ninguna de las reclamaciones que se han hecho hasta ahora ha recibido respuesta, ni siquiera una compensación económica por no ofrecer el servicio acorde a lo solicitado.
La excusa, cuando solicitabas información telefónica, era que podías usar cualquier otra rampa. Como si hubiera una en cada esquina del litoral Balear...
Ahora viene el colmo. Hasta 2024, el permiso de Ports IB para usar las rampas era anual; en nuestro caso, caduca en septiembre. Lo mejor de todo es que, según indican, en febrero se publicó un cambio de normativa que establece que los permisos caducan el 31 de diciembre del año en vigor. Es decir, que para renovar estos 4 meses debería pagar la tasa correspondiente, pero no: el permiso caduca el 31 de diciembre y debemos abonar la cantidad de todo el año, 63.40€. Eso implica que en enero tendremos que gestionar el permiso de nuevo.
Pero, además, tenemos otros problemas con Ports IB. Desde que se hace la petición online hasta que se tramita, si usas la rampa te multan por no tener el permiso pagado y gestionado. Y el colmo viene ahora: no solo se quedarán con el dinero de este año si se renueva antes del 31 de diciembre, sino que además podrías afrontar sanciones si tienes una embarcación compartida o si simplemente usas otro coche para tirar tu lancha.
Es tan simple como que ellos se escudan en que la solicitud es para usar la rampa con una embarcación y un coche; si usas otro, te multarán por no estar dado de alta en su base de datos y sin autorización, aunque se solicite este segundo coche y se aporte la documentación, harán caso omiso.
El año pasado nos pasó que mi compañero, con quien comparto la embarcación, decidió usar la rampa en S'Estanyol y recibió una multa de 120€ por el uso indebido y sin permiso de la rampa.
Esta forma de gestionar las cosas no es ni medio normal. Deberían alardear menos de sus presuntos logros -los cuales están por ver- y ponerse las pilas de una vez los responsables de la Conselleria del Mar.