El 26 de febrero participé en el acto organizado por Asociación de Navegantes Mediterráneo en el Náutico de Palma. Estábamos casi todos: el director General de Espacios Naturales y Biodiversidad, Miguel Mir; las entidades colaboradoras en el evento, APEAM, ACN y ANADE, así como ANAVRE y EBA, representadas ambas por mí, y tanto público que la sala magna estaba abarrotada; además, como invitados y ponentes, el GOB, Terra Ferida, Centro oceanográfico Balear e IMEDEA. Todos tuvimos ocasión de expresar nuestra postura al respecto, y todos pensamos que el mar debe ser protegido y, con él, la posidonia.
Sin embargo, estamos en desacuerdo sobre el orden e importancia de las amenazas para la posidonia. La intervención de Mir fue larga, pero lo importante, el contenido del proyecto de decreto, lo despachó en cinco minutos. Me parece un decreto contra el fondeo, pues le dedica un artículo entero, y es la única actividad que se prohíbe y sanciona con multas de escándalo.
Por su parte, Biel Dols, presidente de ADN, hablando en representación del sector y los navegantes, estuvo inmenso, con una presentación magistral que desmontó la argumentación del director general y de los grupos ecologistas, y propuso soluciones lógicas como consensuar medidas provisionales mientras se evalúan los impactos de las distintas amenazas sobre la posidonia y se genera una cartografía válida y fiable. Y, sobre todo, que se dediquen todos los fondos de la ecotasa de 2017 y siguientes a mejoras medioambientales, concretamente en el sistema de depuración de aguas.
Veamos cifras:
-83 depuradoras, sólo 5 hacen depuración terciaria
-74 de 124 emisarios desembocan a menos de 500 metros de la costa, 47 directamente sobre posidonia.
-Cero expedientes abiertos por vertidos a entidades públicas gestoras de depuradoras y emisarios.
-Cero estudios específicos que justifiquen la protección de determinadas zonas, o de ninguna zona, el decreto dice que «ya lo harán».
-Tres millones de euros de la ecotasa para el museo ferroviario.
-Cero euros de la ecotasa para mejorar el sistema de depuradoras y emisarios.
Según conclusiones provisionales de un estudio encargado por el sector náutico y que será presentado en la Cámara de Comercio el día 20 de marzo, tenemos más cifras:
-Hay 927 km.2 de posidonia en Baleares.
-5 kilómetros cuadrados de posidonia gravemente afectados por los vertidos en la Bahía de Palma (5.000.000 millones de metros cuadrados=500 hectáreas).
-0’00056% de posible afección anual por los fondeos, es decir, unos 5.470 m2, lo que significa que tardaríamos casi 1.000 años en hacer fondeando lo que las aguas sucias han hecho en la Bahía de Palma en unas pocas décadas.
-Estimación de la superficie de posidonia dañada por vertidos de aguas residuales y aguas hipersalinas sólo en la bahía de Palma: 0,54% de total de Baleares.
Sin embargo, estos señores disponen que los titulares de emisarios presenten sus análisis anuales y, según lo que salga les pedirán que corrijan la situación, pero no dan plazos. Mi impresión es que importa poco lo que digamos; prometieron en campaña prohibir el fondeo sobre posidonia y lo cumplirán a toda costa, sin asumir responsabilidad alguna por la dejadez histórica que todos los partidos, incluso Més cuando era el PSM y ostentó la Conselleria de Medio Ambiente en tiempos de Antich, han dedicado a adaptar nuestro sistema de depuración de aguas al crecimiento de Baleares. Amputan un brazo para curar una ampolla en un dedo (el fondeo) mientras tratan un cáncer a base de placebos (vertidos de aguas mal depuradas, etcétera), equiparando todas las amenazas.
¡Pues no, señores! Se equivocan, hay enfermedades más graves que otras, y ustedes pretenden contener una estampida de búfalos con un tirachinas. No comparto su opinión, pero agradezco a Mir que tuviera las agallas de plantarse ante un foro a priori hostil y defender su norma antifondeo, pero igualmente hay que señalar que el conseller Vidal, a pesar de estar invitado, perdió la ocasión de dirigirse al sector náutico y a los navegantes; allí estábamos todos menos él. Mi sensación final es que esto es una promesa electoral y que desde la Conselleria de Medi Ambient del Govern Balear han decidido emprenderla con los navegantes, a pesar de haber recogido alguna de nuestras alegaciones menores, según dicen, en el texto final del Decreto que aun no hemos visto.
Jaime Darder es vicepresidente de ANAVRE y EBA