Uno va a un congreso náutico, escucha al director general de la Marina Mercante y a la presidenta del Gobierno de las Islas Baleares sacando pecho, diciendo que el sector náutico es una maravilla, pero ese mismo director general está dispuesto a arrasar con la normativa y tratados internacionales suscritos por España y aplicar nuestra normativa a embarcaciones de recreo de bandera extranjera, y nuestra presidenta está a punto de firmar un decreto que parece más encaminado a fastidiar a los navegantes que a proteger algo tan sensible, bello y necesario como es la posidonia y la transparencia de nuestras aguas.
Se trata de normativas que contemplan importantes sanciones para los navegantes que las incumplan. Uno piensa que cumpliendo las normas está a salvo, pero no. Resulta que las normativas se interpretan subjetivamente, de forma muy curiosa. Voy a comentar dos ejemplos recientes de intervenciones de la Guardia Civil aplicando normativa marítima.
Hace unos días leí con preocupación que el Servicio Marítimo de la Guardia Civil del País Vasco había denunciado a 13 buceadores por incumplimiento del RIPA por bucear y dejar fondeadas sus embarcaciones sin nadie a bordo. Y les aplican la regla 5ª, esa que dice que los buques deberán mantener vigilancia en todo momento para evaluar el riesgo de la situación y el peligro de abordaje.
Será que los chicos de la Heineken (así les llamamos en el foro La Taberna del Puerto por el color de sus embarcaciones) no han visto que esa regla está en un capítulo llamado “Reglas de Rumbo y de Gobierno”. Igual yo soy un poco lelo, pero creo recordar que un buque sólo puede mantener un rumbo y ser gobernado cuando está en navegación, y resulta que la regla 3 H del mismo reglamento dice aquello de que “en navegación” se aplicará a todo buque que no esté ni fondeado, ni amarrado a tierra, ni varado.
Así que ya tenemos un melón, o varios, que no se han enterado de que la regla 5ª sólo es aplicable a buques y embarcaciones en navegación, y que un buque fondeado no está en navegación. No sé qué habrá hecho la Capitanía Marítima competente, aunque confío en que archive los expedientes por la vía rápida, nunca se sabe lo grande que es el melonar.
Un melonar que parece ser que llega hasta Galicia, donde una patrulla de la Guardia Civil pasea por un pantalán y decide denunciar a un velerito amarrado en un club náutico por no llevar izado el pabellón nacional ¿precepto infringido? Artículo 4 del RD 2335/1980 que dice que los buques nacionales deberán mantener el pabellón izado de sol a sol en los días festivos y cuando así lo disponga la autoridad competente.
Afán recaudatorio y leña al mono, donde el mono somos los de siempre, los navegantesLa denuncia es del día 24 de diciembre de 2017. ¿En serio esta gente pretende que el día de Nochebuena, que suele ser laborable aunque esta vez era domingo, lo dejemos todo para ir a izar y arriar el pabellón? Además, el armador reside en Madrid y para colmo se equivocaron de muelle, pues el barco estaba atracado en un puerto distinto al que figura en la denuncia.
Uno piensa, “bueno, la Capitanía dictará archivo automático…” y no, resulta que otro melón va e incoa expediente sancionador por falta leve. ¿Acaso les molestó que el barco tuviese matrícula de Barcelona? Sería interesante saber si ese día fueron denunciados otros armadores por tan ilustre cuerpo armado.
Me pregunto si sufrimos una plaga de melonismo, si la autoridad competente no conoce su propia normativa, o si, como de costumbre, hace falta pasta y, una vez más, “vamos a por los ricos de los barcos, que esos tienen y así equilibramos las cuentas”. Así que ya saben, aunque cumplamos todo lo cumplible, parece que hay mucho melón suelto, o mucho déficit presupuestario, lo dejo a su interpretación.