De septiembre a noviembre, es la temporada alta en la náutica, ferias y eventos náuticos. Muchos de ellos en Europa, como Southampton, Cannes, Génova, Mónaco, METS y Barcelona y las hay algo más allá como Ft. Lauderdale (USA) y Abu Dhabi (Emiratos Árabes).
Todas tienen un importante sabor local (como nuestra Palma Boat Show) y se autoproclaman Internacionales, justificando ese adjetivo con una actitud abierta a mostrar, comentar, escuchar y, en general, establecer lazos con entusiastas y miembros de la industria náutica internacional a fin de beneficiarse de experiencias enriquecedoras, desde la organización de regatas a la gestión de flotas de chárter o la mejora de las condiciones de seguridad en la práctica de la náutica.
En España somos reacios a salir al ruedo internacional. No tenemos la cultura, y hoy, que ver y ser visto es fundamental para cualquier actividad, esto nos está pasando una factura que duele. Seguimos trayendo oros olímpicos, pero como ovejitas negras, pijos, un octavo de columna en los periódicos que al día siguiente vuelven a la saturación turística y el desastre gubernamental. Y fuera, se nos elogia en el momento y a esperar el próximo triunfo español para volver a existir. No somos un país con una náutica que da el ejemplo, que es imitada. Náuticamente somos de existencia efímera.
Una de las principales razones es que no se nos ve porque no salimos a hacernos ver. Volvemos a que esa cultura no forma parte de nosotros. Hay muy pocos representantes que sí lo hacen: ANEN hace muchos años que tiene un stand en el METS, que comparte por empresas asociadas, y recientemente el Balearics Yachting Cluster se apunta también al METS, al Monaco Yacht Show y a eventos interregionales como el de la Región Sud Francesa. Astilleros de Mallorca es otra empresa que está allí donde toca. La asociación Catalana de Puertos Turísticos (ACPET) también participa en varias ferias y conferencias. No estoy buscando nombres de una lista, estoy mencionando asociaciones y empresas que recuerdo haber visto en mi participación en estos eventos.
Son unas cuantas empresas, asociaciones y puertos deportivos, pero el porcentaje de la industria náutica española que representan es ínfimo, e ínfimo es el conocimiento de nosotros que tienen los de fuera, porque si queremos existir, hay que salir a presentarse. Olvídense de las redes sociales que, en nuestro ámbito, son un complemento para mantenerse mencionado, no para presentarse. ¿Por qué digo esto? Porque una persona lee en las redes sociales durante 5 segundos, si llega, pero un almuerzo o una reunión multinacional comentando las posibilidades de crear proyectos conjuntos casi seguro llevará a una segunda reunión.
Hace unos dos meses ofrecí a algunos puertos deportivos españoles participar en el evento Smart Marinas, en Mónaco, organizado por el Yacht Club de Monaco y su empresa de consultoría Monaco Marina Management. Participar cuesta 1.200 euros, más unos 1.200 de avión, hotel y gastos. El evento está en su cuarto año y ha ido creciendo en participación y calidad. Les envié una memoria de lo que era, informé que yo contribuía con la organización y que podía ayudarles con la presentación y cuando estuvieran allí durante el evento. Aceptaron Porto Sherry y Alcudiamar. Alcudiamar ha hecho una presentación bien currada a la altura de las mejores que he visto. Compitieron con Sherry, un puerto en Turquía y dos en USA. Haber participado ya nos pone en el mapa, pero Alcudiamar fue el vencedor, holgado. Espero que esto sea una tendencia, y que no sigamos en el ostracismo.