Mis artículos recientes, sobre cómo la Administración parece pensar que esto es para ricos o sobre la existencia de ecologistas con sentido común, siguen una larga línea en la que normalmente expongo los problemas e injusticias que sufre el colectivo de navegantes, y también el maltrato constante a un sector económico de gran importancia como es el de la náutica recreativa.
Y no soy el único, mi buen amigo y socio Juan Enseñat no se queda a la zaga a la hora de cantarle las cuarenta a quien le parezca merecedor de ello … y así buena cantidad de profesionales, navegantes, asociaciones empresariales y de usuarios de la náutica. Y siempre parece que la respuesta es la misma que si uno habla con una pared, es decir, ninguna. Sin embargo, en dos días de este mes que acaba, 16 y 17 de febrero se producen dos noticias que no sé muy bien cómo interpretar, por lo insólitas.
El 16 se produce una reunión en la que el Consell de Mallorca se compromete a impulsar la creación del tan ansiado y necesario Museo Marítimo, y convoca a todas las instituciones involucradas, a la Asociación de Amigos del Museo Marítimo, principal e incansable defensora del proyecto, y a representantes del sector y los navegantes. Y se comprometen a una nueva reunión en marzo para ir profundizando.
El 17, aparece el Conseller Sr. Vidal y dice que el Decreto sobre la protección de la posidonia está en blanco, que está por hacer, y que no hay nada decidido y que contará con el sector náutico y los navegantes, y que les mantendrá informados. No me extraña en absoluto el recordatorio del presidente de ADN, Gabriel Morell, diciendo que llevan meses intentando reunirse con el Govern sin resultado.
Aparentemente se trata de buenas noticias, pero contrastan de tal modo con la conducta anterior de los partidos que nos gobiernan y nos gobernaron y con los meses de absoluto desprecio al sector náutico al que ni siquiera se dignaron a recibir a pesar de reiteradas peticiones, que no sé muy bien qué pensar. ¿De verdad se han dado cuenta por fin de que es necesario proteger nuestro patrimonio marítimo y de que los navegantes no somos enemigos del mar? ¿Será que huele a nuevas elecciones? ¿Será que este Govern tiene un “frit i bollit” de espanto a causa de la complejidad de los pactos que lo sostienen? ¿O es que se han dado un golpe en la cabeza y han perdido el oremus?
Sólo el tiempo lo dirá… pero entretanto millones de litros de aguas residuales mal depuradas siguen yendo al mar, nuestro patrimonio marítimo languidece y el sector y los navegantes miramos al futuro con incertidumbre.