Tras la amplia cobertura de Gaceta Náutica sobre lo sucedido en la última convocatoria de exámenes para titulaciones náutico recreativas celebrada en Baleares en diciembre de 2021, todos sabemos que hubo un inusitado número de suspensos entre los aspirantes a Patrón y Capitán de Yate en Mallorca.
Ello no se debió a la excesiva complejidad del programa, como demuestra el hecho de que en Ibiza y Menorca el porcentaje de aprobados fue muy similar al que se produce normalmente, por encima del 50%. Ante lo ocurrido, las escuelas náuticas pusieron el grito en el cielo, y Anavre incluso se planteó interponer un recurso. Tanto profesores de escuelas náuticas como los miembros del Departamento de Formación de Anavre, comprobaron que había algunas preguntas fuera de programa y que era materialmente imposible desarrollar los problemas de navegación en el tiempo establecido.
Entretanto, Xavier Ramis, Director General de Transporte Aéreo y Marítimo de Baleares, convocó una reunión con las escuelas y con Anavre, con anterioridad a la cual desde Anavre le remitimos un informe con nuestras conclusiones.
Lo anterior, combinado con todo lo que habían comunicado las escuelas, así como algunas alegaciones interpuestas por aspirantes a Patrón de Yate, supusieron la anulación de una serie de preguntas de ese examen, con lo que parece ser que el porcentaje definitivo de aprobados será muy parecido al usual. El tema de Capitán de Yate es más difícil, porque no hubo alegaciones particulares, aunque se apreciaron de oficio algunos de los argumentos expuestos por los asistentes a la reunión y alguno de los contenidos en el informe de Anavre, lo que debería aumentar también el número de aprobados, aunque ignoramos aún el resultado final.
Viendo lo ocurrido con perspectiva, está claro que estamos ante algo excepcional, cosas que pasan de vez en cuando aunque no deberían ocurrir. Y pienso que el modo de gestionarlo por parte de Xavier Ramis ha sido realmente ejemplar, ha reconocido el problema, ha buscado soluciones (y me consta que está buscando como arreglar lo de Capitán de Yate, que será complicado por la falta de alegaciones de interesados directos) y, sobre todo, se han adoptado medidas para evitar, o intentarlo, que algo así vuelva a ocurrir en el futuro.
Bien sabido es que nunca me callo cuando creo que la Administración se equivoca o no reacciona ante un problema, y también es justo reconocer una buena reacción cuando ésta se produce. Y esto es exactamente lo que ha ocurrido, y demuestra que lo que vengo diciendo hace años es cierto. Cuando la Administración escucha y se mueve ante un problema, aparecen las soluciones y, normalmente, quien hace ver a la Administración sus meteduras de pata, es la sociedad civil y las entidades que la representan, en este caso las escuelas náuticas y Anavre … y hemos tenido la suerte de topar con un señor que escucha y ha puesto todo su departamento a buscar soluciones en vez de «sostenella y no enmendalla» ¡Ojalá otros miembros del Govern Balear tuviesen la misma actitud!