Ello se debe a que no salgo de mi asombro ante un Govern en el que parece que cada uno va por libre. Después de alucinar en el V Congreso Náutico de ANEN recientemente celebrado en Palma al ver nada menos que a una representante de Podemos y a la directora general de la ATIB (del PSOE) defendiendo la supresión del Impuesto de Matriculación en el ámbito de la náutica, y de escuchar a la presidente Francina Armengol defender al la náutica de recreo, poniéndola como ejemplo de creadora de empleo de calidad, factor importante de desestacionalización de nuestra economía y como uno de los sectores a tener en cuenta para generar un crecimiento real que reduzca la dependencia del monocultivo turístico, además de ser el único sector industrial de relevancia que aparentemente nos queda... Después de todo eso, un miembro de su Govern lanza una puñalada trapera al sector y usuarios de la náutica.
Supongo que la cabra tira al monte y que, además, cuando te gobierna una coalición de gente que va por libre en detrimento del partido que ha ganado las elecciones (y da igual el color que sea), al final aparecen versos sueltos, por llamarlo de alguna manera.
Y es que el conseller de Medi Ambient ha decidido olvidarse del compromiso adquirido con el sector náutico, tanto empresas como usuarios, en el sentido de contar con todos nosotros para conseguir una regulación que proteja de forma eficaz la posidonia sin perjudicar a la náutica, y consensuar dicha regulación.
En ese sentido, lo que ha hecho ha sido lanzarse a convocar una consulta popular en el más puro estilo del “referéndum de las terrazas del Borne”, para que todo el mundo (sepa o no sepa, navegue o no navegue, con o sin posibles, culto o iletrado) diga lo que le parezca acerca de un asunto que puede o no conocer.
Lo más curioso es que se acompañaba a dicha consulta un texto en el que, aunque se mencionan de pasada diversas cosas como emisarios, actividad agrícola, etcétera, únicamente se señalan como ejemplos de defensa de la posidonia los consistentes en restricciones de fondeo a la náutica recreativa… Algo que me recuerda a cuando en algún programa de IB3 el pasado verano se preguntaba a cualquiera que se pusiera a tiro si no le parecía que había demasiados barcos en una u otra cala… Algo que enlaza con la persistente criminalización de la náutica por parte de los partidos que integran la actual coalición de gobierno, así como ciertas asociaciones y empresas “ecologistas”, intentando responsabilizar a los barcos de recreo y sus fondeos de la inexistente regresión de las praderas de posidonia... ¿Inexistente? No del todo, porque resulta que esa regresión se da en los alrededores de los emisarios que vierten millones de litros de aguas residuales mal depuradas o directamente sin depurar provenientes de infraestructuras gestionadas por el Govern Balear; las depuradoras y los emisarios procedentes de las mismas, más conocidos como “merderas”, donde las cianobacterias campan a placer extnguiendo cuanta vida había a su alrededor y, casualmente, también en los aledaños de las zonas acotadas para bañistas, pero no en las zonas de fondeo.
El sector sigue esperando para que al menos se dignen enseñarle un borrador, mientras desde Medi Ambient se inventan una consulta popular de la que ni se nos ha advertido. Ignoro cuánta gente habrá participado en la consulta, pero sí han conseguido una vez más aunar a navegantes y representantes del sector náutico, que han dirigido un escrito conjunto al ínclito conseller Vidal reclamando un estudio serio acerca de las amenazas reales para la posidonia, y que tome medidas para dejar de contaminar el mar con la mierda de sus depuradoras.
Entretanto, yo sigo dudando acerca de si tenemos un Govern formado por traidores o bipolares… ¿Y usted qué opina?