Cuando llegue el verano, que llegará, habrá que plantearse cómo pasar este año las vacaciones, unas vacaciones que seguramente serán bien diferentes, si es que nos las podemos permitir.
Soñar desde ahora con el verano puede ser una buena terapia para ganar en optimismo y generar en la familia y los amigos un poco de ilusión extra.
Habrá que buscar un lugar y un modo de vacaciones que cumpla ciertos requisitos, un lugar para ir en familia o con algunos pocos amigos, no muy lejos de casa, no muy lejos de Mallorca, preferiblemente sin tener que coger aviones o ferrys, sin muchas aglomeraciones y sin excesivos contactos sociales.
Hay una forma de pasar una o dos semanas en verano que puede ser la mejor alternativa y que cumpla a la perfección con estos requisitos: un velero de tamaño mediano, de entre doce y catorce metros.
En Baleares tenemos algunas de las mejores empresas de chárter del mundo. Tienen sus bases y sus barcos en las islas y actualmente se han quedado sin apenas reservas. Toda esa flota está disponible en estos momentos en nuestros puertos. Esos barcos son ahora una de las mejores opciones para pasar unos días de verano cuando, esperemos, la vida sea casi normal.
Los precios por barco en esa flota de chárter han bajado levemente y si se hace la reserva ahora sólo hay que pagar aproximadamente el 10 por ciento del total del costo para confirmar y bloquear el barco y las fechas que nos interesen.
Se puede reservar directamente o por medio de diferentes plataformas o sitios en Internet. En este tipo de veleros, que son la mayoría aunque también hay barcos de motor, puede alojarse cómodamente una familia media, de entre cuatro y doce personas. El precio no es muy elevado, más ahora, que hay plazas libres y todo tipo de barcos en oferta.
Por ejemplo, un velero de unos 12 metros puede costar, en plena temporada de verano, entre 1.000 y 1.500 euros, alquilado de sábado a viernes. Teniendo en cuenta que pueden navegar y vivir en el barco entre seis y ocho personas, saldría por unos 200 euros por persona, una cifra asquible si es un grupo de amigos o dos familias.
A eso habría que añadir unos 90 euros de la limpieza obligatoria final del barco y lógicamente el combustible utilizado, que en los veleros no suele llegar a los 100 euros la semana.
Cabe reseñar que las empresas de chárter de este tipo, según han manifestado desde sus asociaciones empresariales, realizarán una limpieza especial de sus barcos tras cada cambio de clientes. Ya han realizado pruebas con equipos de ozono y con limpiezas químicas de nivel hospitalario. El objetivo es entregar el barco con un nivel de desinfección igual al de una habitación de hospital. Si entramos en un barco de este tipo con nuestra familia y navegamos por las costas de Mallorca tenemos garantías de seguridad sanitaria.
De esta forma, se podría disfrutar de las fabulosas costas de nuestras islas con muchas garantías y con la seguridad de que en caso de necesidad en un par de horas estamos en casa o en un hospital.
Una semana en un velero de chárter con nuestros hijos o nuestros amigos más próximos es una buena opción para quién se pueda permitir gastar algo más de mil euros, sin viajar lejos, sin aviones y sin alejarse de casa.
Se trata de una gran alternativa para muchos mallorquines que, tal vez este año, descubran una forma de ver las Baleares que hasta ahora no se habían planteado.