Abril es un mes magnífico, ha llegado la primavera, han cambiado la hora, se puede navegar hasta tarde y, además, tenemos Sant Jordi, una excusa perfecta para regalar libros. Les voy a recomendar los últimos libros que he leído, una relectura y un libro que no he leído pero he regalado.
Tres libros de la Editorial Juventud, los de lomos amarillos, aciertos seguros:
1) La guerra naval en el Pacífico, de Luis de la Serra. Espectacular, con una escritura sencilla y una cantidad de información que tira para atrás, explica las principales batallas, el primer combate entre portaaviones con los barcos más allá del horizonte, la aplastante tecnología yanqui, el valor y el sacrificio japonés… Hay que leerlo con un atlas o un google maps a mano, el Pacífico es cuasi infinito.
2) Solos en el Atlántico, de Francesc Cusí. Setenta navegantes solitarios, unos diminutos veleros, un océano y una regata apasionante. ¿Qué más se puede pedir? Que uno de los protagonistas sea el patrón de uno de los veleros de tu club náutico. ¡Vaya sorpresa ponerse a leer un libro y descubrir que Luis (Irisarri) es uno de los actores de esta regata!
3) Los viajes del capitán Voss. Tuve que mirar si este señor era real o inventado, ya que le pasan muchas cosas para ser verdad. Pero, ay, amigos, hubo un tiempo que era normal bajar desde la Columbia Británica hasta la Isla de Cocos a buscar un tesoro o hacer 40.000 millas en un barquito tan sólo por emular a Joshua Slocum.
Una relectura siempre está bien y mi recomendación es clara, La línea de sombra, de Joseph Conrad. El primer mando y la responsabilidad que conlleva.
Por último, no hace mucho regalé un libro a uno de los monitores. Busqué El largo viaje, de Bernard Moitessier. Ya les he contado en ocasiones anteriores que considero a este navegante un tipo eléctrico, lees un par de páginas y te entran unas ganas de salir a navegar imparables.
No lo encontré y regalé Mi propio mundo, de Robin Knox-Johnston que al fin fue quien ganó la primera vuelta al mundo en solitario y sin escalas, regata que abandonó Moitessier para dar media vuelta más al planeta e ir hasta la Polinesia.
Ya les he dicho, no lo he leído pero debe ser un buen libro. Ignasi –el monitor– quiere cruzar el Atlántico en menos de un año.
Tres libros de la Editorial Juventud, los de lomos amarillos, aciertos seguros:
1) La guerra naval en el Pacífico, de Luis de la Serra. Espectacular, con una escritura sencilla y una cantidad de información que tira para atrás, explica las principales batallas, el primer combate entre portaaviones con los barcos más allá del horizonte, la aplastante tecnología yanqui, el valor y el sacrificio japonés… Hay que leerlo con un atlas o un google maps a mano, el Pacífico es cuasi infinito.
2) Solos en el Atlántico, de Francesc Cusí. Setenta navegantes solitarios, unos diminutos veleros, un océano y una regata apasionante. ¿Qué más se puede pedir? Que uno de los protagonistas sea el patrón de uno de los veleros de tu club náutico. ¡Vaya sorpresa ponerse a leer un libro y descubrir que Luis (Irisarri) es uno de los actores de esta regata!
3) Los viajes del capitán Voss. Tuve que mirar si este señor era real o inventado, ya que le pasan muchas cosas para ser verdad. Pero, ay, amigos, hubo un tiempo que era normal bajar desde la Columbia Británica hasta la Isla de Cocos a buscar un tesoro o hacer 40.000 millas en un barquito tan sólo por emular a Joshua Slocum.
Una relectura siempre está bien y mi recomendación es clara, La línea de sombra, de Joseph Conrad. El primer mando y la responsabilidad que conlleva.
Por último, no hace mucho regalé un libro a uno de los monitores. Busqué El largo viaje, de Bernard Moitessier. Ya les he contado en ocasiones anteriores que considero a este navegante un tipo eléctrico, lees un par de páginas y te entran unas ganas de salir a navegar imparables.
No lo encontré y regalé Mi propio mundo, de Robin Knox-Johnston que al fin fue quien ganó la primera vuelta al mundo en solitario y sin escalas, regata que abandonó Moitessier para dar media vuelta más al planeta e ir hasta la Polinesia.
Ya les he dicho, no lo he leído pero debe ser un buen libro. Ignasi –el monitor– quiere cruzar el Atlántico en menos de un año.