El nombre de la Compañía Transatlántica Española S.A, con más de 130 años de historia, sale a subasta pública en la que podrá participar cualquier compañía de manera online y desde cualquier parte del mundo. Además de adquirir un activo importante, el adjudicatario se hará con un pedacito de la historia naval de nuestro país y las américas.
La subasta supone una oportunidad para cualquier empresa interesada, ya que el precio de salida está fijado en 500 euros y no existe un precio mínimo de adjudicación. Esto significa que el mejor postor se adjudicará automáticamente la subasta, siempre que esté dispuesto a pujar 500 euros o más.
La Compañía Trasatlántica Española S.A. tiene su origen en 1850 cuando, operando desde Cuba y bajo el nombre Compañía de Vapores Correos A. López, el empresario Antonio López fletó un primer vapor de 500 toneladas.
En 1861 la compañía consiguió la concesión de los contratos de transporte de pasajeros y correo entre España, Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo. Poco después, consiguieron también la concesión del traslado de soldados a Santo Domingo y a Cuba. En inglés se conocía a la compañía y al servicio que prestaba como The Spanish Line.
En 1878, la compañía constaba ya de 13 navíos, y en 1881 la compañía se transformó en Sociedad Anónima y recibió el nombre de Compañía Trasatlántica, que ahora está a disposición de cualquier interesado a través de la subasta.
La Compañía Trasatlántica tuvo un papel destacado durante la guerra Hispano-Estadounidense de 1898, y sufrió como consecuencia de la pérdida de las últimas colonias españolas. La Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial fueron otros eventos históricos que contribuyeron a debilitar la actividad y los ingresos de la empresa.
Finalmente, la aparición en los años 60 del siglo XX de aviones comerciales capaces de sobrevolar el Atlántico, como el Boeing 707, supuso el último golpe a la marcha de esta compañía. En 1978 se integró en el Instituto Nacional de Industria y pasó a dedicarse íntegramente al transporte de mercancías.
En 1994 se decidió la privatización de la compañía, que pasó a propiedad de Naviera del Odiel. En 2007 el grupo Odiel fue adquirido por una sociedad de inversión y en 2010 la Trasatlántica entró en concurso de acreedores. Finalmente, en 2012 la sociedad se disolvió por decisión judicial y hoy en día ya no desempeña ninguna actividad comercial, aunque sigue contando con el activo de su nombre.
La actual renovación del presente nombre comercial, que sale a subasta por medio de Escrapalia, es por un periodo de 10 años, que se cumplirá el 11 de noviembre de 2028. Los trámites para la adjudicación son un sencillo contrato de compraventa y supondrá un coste de alrededor de 40 euros.