La vieja, un pez que parece haberse habituado a las aguas mediterráneas. Foto: Joan Sans.
La base de datos que recoge observaciones de peces raros en las Illes Balears (DAPERA) registró el año pasado 53 aportaciones de 19 especies diferentes. El DAPERA se creó a raíz de la publicación del Libro rojo de los Peces de las Illes Balears (2015), que indicaba la necesidad de recopilar y conservar registros de especies poco frecuentes en las aguas del archipiélago. Desde su creación, en 2015, se han recogido 259 referencias correspondientes a 54 especies que, posteriormente, han sido verificadas por técnicos de protección de especies y del Servicio de Recursos Marinos de la Direcció General de Pesca i Medi Marí del Govern balear.
La especie más citada en 2022, igual que el año anterior, ha sido la Vieja (Sparisoma cretense), con nueve comunicaciones. Este pez es una especie muy frecuente en las Islas Canarias que se está observando cada vez más en nuestras aguas, posiblemente debido al calentamiento del mar. También se han registrado ocho citas de Mantelina (Gymnura altavela), especie poco frecuente y rara en el litoral balear, pero que parece en expansión.
De los avistamientos recopilados por el DAPERA el año pasado, un 53% corresponde a especies amenazadas, mientras que un 47% corresponde a especies recién llegadas.
Por islas, la mayoría de registros provienen de Mallorca, con 40 referencias, seguida por Menorca con diez, Formentera con dos observaciones y Cabrera con una. Durante 2022 no se ha contabilizado ningún avistamiento en Ibiza.
Gran parte de las colaboraciones del DAPERA, que gestiona el Servicio de protección de especies de la Conselleria de Medi Ambient i Territori conjuntamente con Servicio de Recursos Marinos de la Conselleria d’Agricultura, Pesca i Alimentació, provienen de la pesca profesional, con 20 avisos, seguido del buceo recreativo con 18, buceo profesional con seis y apnea o natación con cinco.
El objetivo de este registro es mejorar la información disponible, principalmente de peces sin interés comercial, algunos de los cuales se encuentran amenazados. Se pretende, también, obtener datos de especies nuevas en el Mediterráneo, como las que llegan desde el Mar Rojo debido a la apertura del Canal de Suez, conocidas como lessepsianas, o las que llegan del Atlántico por otras causas, como pueden ser el incremento del tránsito marítimo o el cambio climático.
Los interesados pueden comunicar sus observaciones directamente a través de un formulario que se puede encontrar en la web del Servicio de Protección de especies, en el que tendrán que aportar datos como peso, tamaño, localización, profundidad del avistamiento y al menos una fotografía para validar la referencia.