
La India, tras el abordaje del Formentera Direct (arriba). Fotografía: Informe CIAIM.
Alcohol, falta de iluminación y tal vez exceso de confianza son tres de los elementos que se conjugaron en el abordaje mortal del fast ferry Formentera Direct de Baleària sobre una lancha cerca de la entrada del puerto de Ibiza que acabó con la muerte de una de las dos personas que navegaba a bordo de la motora.
Los hechos se remontan a la noche del 17 de agosto de 2021. El Formentera Direct regresaba al puerto de Ibiza en uno de sus habituales trayectos entre las Pitiusas cuando literalmente pasó por encima de la motora India, una Sea Ray de 8,3 metros de eslora a una velocidad de 21 nudos, unos 39 kilómetros por hora.
El pasado mes de octubre se publicó el informe oficial sobre el mortal percance de la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha plasmado tras una minuciosa investigación las circunstancias que rodearon el abordaje.
En sus conclusiones, la CIAIM argumenta que el riesgo de abordaje se incrementó notablemente por el hecho de que, según testigos presenciales, la motora India se hizo a la mar de noche sin tener encendidas las luces de navegación, lo que dificultaba sobremanera su localización a simple vista. A ello, según el informe, debe añadirse que el consumo de bebidas alcohólicas por parte del patrón de la motora, que sobrevivió al abordaje sin graves lesiones físicas, «pudo influir en su capacidad para evaluar una situación de riesgo y tomar las medidas oportunas», según las conclusiones. La Guardia Civil efectuó una prueba de alcoholemia al patrón de la lancha tres horas después del abordaje en el que dío un resultado de 0,37 mg por litro en aire espirado.
Sin embargo, el informe de la comisión también resalta como decisivo el factor de que el capitán del fast ferry de Baleària, con 15 años de experiencia en la ruta, hiciera caso omiso de la señal de radar que avisaba de la posible presencia de una embarcación no identificada en la ruta de su buque. El capitán consideró erróneamente que la señal era un rebote del eco de otra embarcación cercana.
La CIAIM señala que el eco se recibió en el puente de mando del Formentera Direct con «antelación y distancia suficientes» para haber evitado la colisión. El procedimiento en caso de duda, según señala el informe, dicta que se deberían haber realizado comprobaciones iluminando la zona con los focos que equipa el buque, cambiando la ruta y la velocidad o utilizando el silbato del buque para avisar de su presencia. Sin embargo, no se realizó ninguna de estas acciones, a pesar de que en el puerto de Ibiza, en pleno verano es habitual la navegación de pequeñas embarcaciones con patrones no profesionales.
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