Álex Graneri se confirma como la gran promesa y a la vez excelente presente del piragüismo nacional. El palista del RCN Palma ha logrado lo que nadie conseguía desde 2005: ganar dos medallas de oro en las dos categorías en que competía, K1 1000 y K1 500, en el Campeonato del Mundo Junior en Portugal.

El mundial de Montemor-o-Velho ha supuesto una auténtica lluvia de medallas para el piragüismo balear pues a los dos oros de Graneri se suman las dos medallas de plata conseguidas por el palista del ibicenco CN Sant Antoni Bruno García en K2 y K4 500, el bronce que ha logrado también esta mañana Carla Vey, del RCNP, como parte del equipo español de K4 500, y el bronce de Cristian Agu y Pere Antoni Prats, del RCN Port de Pollença, en C2 1000.

En la final de esta mañana de K1 500 Graneri ha dominado con autoridad la distancia, se ha puesto en cabeza desde la salida e incluso ha aumentado la diferencia con sus rivales en la segunda mitad del recorrido, uno de sus puntos fuertes. Alex se permitió incluso el lujo de bajar los brazos en los últimos metros y aun así paró el crono en 1’ 41’’ 55, sacando más de un segundo de ventaja sobre el segundo clasificado, el húngaro Levente Kurucz. El palista del RCNP ha conseguido así devolverle la moneda al que se convirtió en su máximo rival en los últimos europeos de mayo cuando el magiar fue el único que superó al español y se llevó entonces los dos oros.

“Es una satisfacción enorme tras un largo sacrificio durante toda la temporada, pero todo ese sacrificio ha tenido su recompensa al final”, manifestaba sonriente Alex Graneri tras conseguir su segundo oro. Sobre los meses de entrenamiento para alcanzar el triunfo, el palista del RCNP declaraba: “Ha sido una preparación muy dura, con altibajos durante la temporada, pero he tenido plena confianza en mi entrenador, hemos estado concentrados todo el verano sin apenas ver a nadie por el Covid pero ha merecido la pena”.

Las platas baleares en el mundial de Portugal fueron para Bruno García en K2 y K4 500. En K2 500 García, del CN Sant Antoni, participó junto al sevillano Carlos García. El equipo español, que paró el crono en 1:33:24, solo fue superado por los rusos Laskorunskii y Mamtsev. Esta mañana Bruno García dio la primera alegría del día para Baleares y volvió a conquistar la plata con el K4 500 español, otra vez por detrás de los rusos, en un equipo en el que tenía como compañeros a Ernesto Goribar, Mario Sánchez y también su compañero de K2, Carlos García.

Bruno García, detrás, celebra la plata conseguida en el K2 500 junto a Carlos García.

El entrenador de Bruno García en el CN Sant Antoni, Eduardo Prendes, se mostraba orgulloso de la recuperación del palista: “Hay que recordar que en marzo se lesionó gravemente y se clasificó por los pelos, pero ahora está terminando la temporada a un nivel fortísimo” Prendes, que asume las dificultades para preparar en Ibiza una disciplina de pista olímpica, destaca la actitud de Bruno García: “Lleva seis años a un nivel increíble y buscando esto. Es muy ambicioso y competitivo, y tiene muy claro que quiere triunfar en el piragüismo. Su proyección es tremenda y creo que en los próximos años va a darnos muchas alegrías, ojalá veamos en los próximos años a un olímpico ibicenco en piragüismo".

Solo unos minutos antes del segundo oro de Graneri, Carla Vey conseguía traerse otra medalla para Mallorca tras lograr el bronce con el K4 español en la distancia de 500 metros. La final fue disputadísima y aunque el equipo húngaro dominó la prueba, las distancias entre los equipos que luchaban por medallas fueron siempre exiguas. El equipo español, formado por Laura Serra, Carla Vey, Andrea Rodríguez y Carla Corral, incluso rozó la plata en la parte final de la prueba, en dura pugna con el equipo alemán, pero al final se apropió del bronce, por delante de las italianas.

Recordemos que Carla Vey está en su primer año de Junior y era una de las palistas más jóvenes de todo el mundial. Aun así se coló en la final de K1 500 y ha conseguido su primera medalla de bronce en un Campeonato del Mundo.

Por último, el RCN Port de Pollença aportó la única medalla balear de este mundial en canoa: el bronce conseguido en el C2 de 1000 metros por Cristian Agu y Pere Antoni Prats. Los palistas pollencins fueron superados en la gran final por el equipo ruso y el rumano, pero lograron imponerse a los ucranianos por un escaso margen en la lucha por la última medalla.