
La industria náutica está volcada en mejoras de la flota como medio de combatir el cambio climático. Hablamos de sostenibilidad en ferias y fórums, estudiamos y comparamos combustibles alternativos y calculamos emisiones de CO2. ¿Hablamos todos de lo mismo? El concepto de sostenibilidad implica satisfacer las necesidades actuales sin poner en riesgo las del futuro. Implica conseguir un desarrollo social y económico duradero que no dañe el medio ambiente actual ni el del futuro. Es una visión amplia con aspectos que pueden ser difíciles de equilibrar y que por ello requiere de un enfoque lo más objetivo posible. Esto es lo que persigue el enfoque de Análisis del Ciclo de Vida (ACV), aportar método y datos contrastados.
El enfoque no es nuevo, cualquier equipo de mantenimiento sopesa desde hace décadas variables como fiabilidad, esperanza de vida y coste a la hora de decidir si reparar o sustituir un equipo. El coste ambiental no estaba, hasta hace poco, en la ecuación y ahora sale a la luz.
Al calcularlo nos enfrentamos a la dificultad de comparar impactos, como emisiones de CO2 con riesgo de explosión. Y también al desconocimiento de los orígenes de muchos materiales y del coste de fabricarlos, y transportarlos.
Para ayudarnos podemos extraer información de bases de datos como MarineShift360, específica del sector, con una opción de consulta gratuita. Esta base mide para diferentes materiales seis aspectos de importancia: el potencial de calentamiento global, el agotamiento de recursos no renovables, el consumo de agua, la eutrofización marina, el consumo energético y la generación de residuos.
Para la metodología de cálculo nos podemos dejar guiar por la propuesta ISO14044 o la LCA101. La asociación EBI (European Boating Industry) colabora en el desarrollo de un estándar de ACV para las embarcaciones de menos de 24 m. Siguiéndolo, los astilleros aportarían información sobre el impacto de la construcción, el uso y el desguace al final de su vida útil. La asociación WRF (Water Revolution Foundation) ha lanzado su propuesta YETI (Yacht Environmental Transparency Index). Un índice que permite medir el impacto ambiental derivado del uso (sin cubrir construcción y desguace) de yates de más de 24 metros y que permitirá establecer una línea base y objetivos de mejora.
Estos estándares permitirán comparar barcos de diferentes series o astilleros dentro de un rango de tamaño, tipo y uso y con ello de incentivaran la evolución hacia yates más sostenibles mientras alejan el fantasma del ecopostureo.