La aparición de manchas en el fondo marino no es un fenómeno exclusivo de la Bahía de Palma. El pasado 10 de septiembre fueron descubiertos unos extraños tapetes grisaceos en aguas del puerto natural de Sóller, «cerca de la zona por donde transcurre el emisario de aguas residuales», según explica el buceador aficionado Gerard Pedrero Ripoll, autor de la fotografía que ilustra esta página.
Los primeros indicios apuntan a que podría tratarse de una bactería llamada «beggiatoa», que prolifera en entornos ricos en azufre o con carencias de oxígeno, al igual que ocurre con las cianobacterias del emisario de Ciudad Jardín. En las fotografías realizadas por Pedrero se aprecian hojas de posidonia muertas junto a las manchas.
El departamento de Microbiología de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) está analizando unas muestras aportadas por este buceador para determinar a qué tipo de organismo corresponden y si, como se sospecha, su aparición guarda relación con el vertido de aguas residuales mal depuradas. De momento, los expertos prefieren ser precavidos, ya que podría tratarse también de residuos sólidos.
En una información publicada el mes pasado por la prensa local, basada en otras fotografías de Pedrero donde se aprecían restos de posidono desperdigados por el fondo, se atribuye la «desaparición» de esta planta en el Port de Sóller al fondeo descontrolado.
El departamento de Microbiología de la UIB está analizando unas muestras para determinar a qué tipo de organismo correspondenGaceta Náutica pudo confirmar in situ, mediante una inmersión en apnea, que la pradera ubicada en el área de fondeo de embarcaciones está en perfecto estado y que, posiblemente, la ausencia de posidonia en algunos puntos del puerto se debe a otras causas. Juan Poyatos, buceador y periodista de esta publicación, señala: «En nuestro vídeo se ve que la posidonia ubicada junto a los barcos goza de buena salud; sin embargo, las fotografías de Pedrero muestran un paisaje submarino desolador en el área colonizada por las supuestas bacterias. A falta de lo que digan los análisis de la UIB, parece que en el Port de Sóller hay un problema mucho mayor para el medio ambiente que las anclas y los muertos de los fondeos de larga duración».
El Puerto de Sóller ha sufrido en los últimos años varios vertidos de aguas fecales. El más espectacular se produjo el 8 de diciembre de 2015, cuando una inmensa mancha cubrió la superficie marina. Según recogieron en su día los diarios locales, la fuga tuvo su punto de origen en el lugar donde desemboca el emisario submarino. Los vecinos aseguraron que este tipo de sucesos se registran «varias veces al año».
Las aguas fecales que se generan en los municipios de Sóller y Fornalutx se canalizan a través de un colector hasta la depuradora de Son Puça, una instalación que ha estado numerosas veces envuelta en la polémica dada su precariedad. En el año 2011, el diario Última Hora se hizo eco de una investigación iniciada por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) después de que un centenar de peces murieran en una alberca situada en Son Puça Baix. Las primeras informaciones hablaban de un posible contaminación del agua suministrada por la depuradora con traramiento terciario para riego, si bien el caso no tuvo más seguimiento en los medios.
Ya en agosto de 2013, vecinos de Son Puça alertaron de un vertido de aguas fecales que se estaban filtrando en el Torrent Major desde el colector general. Entonces se anunció una inversión de 470.000 euros para reparar la avería. En ambos casos, los testigos refirieron el mal olor que desprendía el agua vertida.
Las aguas fecales de Sóller y Fornalutx se canalizan a través de un colector hasta la depuradora de Son PuçaPor último, hace menos de dos meses aparecieron centenares de peces muertos en el interior Port de Sóller. Se desconocen las causas del suceso, aunque entre las varias hipótesis que se barajaron estaba la de un posible «foco contaminante».
Gaceta Náutica solicitó oficialmente el pasado 21 de septiembre información a la Conselleria de Medi Ambient sobre el número de roturas con vertidos de Son Puça ocurridos en los últimos años, sin obtener respuesta.
Riesgo inadmisible de contaminación en los torrentes
«Las emisión difusa de los torrentes tiene un riesgo medioambiental inadmisible. Por este motivo se requiere la aplicación de medidas preventivas correctoras, las cuales se deberán incluir en el Plan Hidrológico de las Islas Baleares». Así de claro y contundente se expresa la consultora de Servicios Ambientales Grupo Daphia en un informe sobre la calidad de las aguas litorales de los puertos de la Autoridad Portuaria de Baleares, fechado en enero de 2015 y disponible en la página web de este organismo.
El dictamen analiza las fuentes de vertidos en los puertos de interés general y el peligro de contaminación de cada uno de ellos. Mientras que los emisarios submarinos y la red de aguas pluviales superan el test de la consultora contratada por la APB para determinar la salud de sus aguas, las desembocaduras de los torrentes, tales como Sa Riera en Palma o el Torren de Na Bàrbara, en la foto) superan en dos puntos el listón de lo admisible.
La valoración del «riesgo ambiental» se obtiene a través de una fórmula que tiene en cuenta la probabilidad de que se produzcan un vertido, la vulnerabilidad y las consecuencias. De acuerdo con el informe, los torrentes son susceptibles de emitir contaminantes bacteriológicos y mercancías potencialmente peligrosas al mar, si bien la situación es reversible en un periodo que se estima en seis meses. La impieza de los cauces de los torrentes es responsabilidad del Govern balear, a través de la Conselleria de Medio Ambiente.