La zona en disputa está ocupada hoy por barcos abandonados.
Astilleros de Mallorca ha presentado una batería de alegaciones contra el proyecto de Varadero de Valencia para el Moll Vell de Palma, aduciendo que, de resultar elegido por la APB, se generaría una "posición monopolística" y de "dominio de mercado", según han informado a Gaceta Náutica fuentes del sector portuario.
En el escrito remitido a la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), Astilleros de Mallorca señala que Varadero de Valencia pertenece al Grupo IMP, del empresario Juan Antonio Riutord, y que éste es a su vez propietario de Serveis Tècnics Portuaris (STP), la empresa que ya gestiona más de 150.000 metros de explanada en el Moll Vell.
En el caso de que la APB optara por el proyecto de Varadero de Valencia, se daría la circunstancia de que todo el sector de la reparación de yates en el puerto de Palma estaría bajo el paraguas de un mismo grupo empresarial, según denuncia Astilleros de Mallorca en el documento registrado en la APB, donde, de acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, también pone en duda la solvencia técnica y económica del proyecto presentado por su adversario.
Astilleros de Mallorca presentó una propuesta de construcción de un centro de reparación de yates de entre 30 y 110 metros en el extremo del Moll Vell. La APB aceptó la fórmula de licitación conocida como “competencia de proyectos” y dio un mes y medio para la presentación de otros proyectos. A falta de tres días para la expiración del plazo, Varadero de Valencia registró su propio plan en la Autoridad Portuaria. Esta administración, dependiente de Puertos del Estado pero presidida por un representante del Gobierno balear, ha de decidir ahora si elige una de las dos alternativas que tiene sobre la mesa, elimina la de Varadero de Valencia en virtud de las alegaciones o, por el contrario, convoca un concurso abierto.
El Grupo IPM mantiene silencio en los medios de comunicación, aunque ha trascendido oficiosamente que rechaza de plano la tesis de Astilleros de Mallorca. Su argumento es que en 2027, cuando se prevé que entre en funcionamiento el nuevo centro de reparación del Moll Vell, la concesión de STP habrá caducado y, por tanto, no cabe hablar de monopolio en el momento actual.
Tanto la concesión de STP en el Moll Vell como la de Astilleros de Mallorca en el Contramuelle del puerto de Palma se extinguirán en 2027. La competencia de proyectos instada por Astilleros para su traslado se basa en que sus actuales instalaciones se destinarán en el futuro a la sede del Museo Marítimo de Mallorca.