Cuatro patrones, los más rápidos de la clase Proto, han pasado ya el Cabo Finisterre y ahora navegan con vientos alisios a buena velocidad, mientras que el grueso de la flota de la Mini Transat EuroChef avanza lentamente, hacia el extremo noroeste de España. El viento ligero combinado con el mar embravecido dificulta el avance de los barcos.
Como preveía el parte meteorológico, el paso por Finisterre va a resultar clave en esta primera etapa de la Mini. La mayor parte de la flota se aproxima a este punto luchando para hacer avanzar los barcos. Ya se ha abierto una brecha entre la parte superior y la inferior que promete ampliarse hasta las Islas Canarias.
Los líderes, que ya han pasado el cabo de Finisterre o están en proceso de hacerlo, van a encontrar los famosos vientos alisios. Estos vientos sostenidos del noreste les permitirán recorrer las millas a toda velocidad hasta llegar a La Palma. Este es el caso de los primeros Protos, y en particular de Pierre Le Roy, que lidera la prueba y que navega a más de 14 nudos.
El resto tendrán que lidiar con condiciones más inestables y los más retrasados corren el riesgo de verse afectados por una nueva depresión anunciada en el Golfo de Vizcaya para mañana. Según las previsiones, esta zona cerrada de baja presión atmosférica podría generar un viento del suroeste de entre 30 y 40 nudos.
En esa situación los dos patrones de Baleares que participan en esta Mini Transat. Felip Moll ocupa el puesto 49 de la categoría de Serie y José Linares está en el 57. Ambos se encuentran al norte del Cabo Finisterre y pelean por no verse afectados por la tormenta que llega.
El regatista del Club Nàutic Sa Ràpita es el que lo tiene más complicado, pues aún se encuentra a unas 70 millas de Finisterre, mientras que el menorquín está algo más adelantado y se espera que esta noche haya superado el extremo oriental de la Península Ibérica.
La dura prueba oceánica ya se ha cobrado las primeras bajas. El francés Franck Lauvray desarboló en la segunda noche tras la salida mientras navegaba en el golfo de Vizcaya con rachas de más de 30 nudos. El patrón está bien, hizo un aparejo de fortuna y ya ha conseguido llegar al puerto de Lorient. No ha sido el único que ha tenido, Cyril Oms y Nicolas Cousi están tratando de arreglar sendos problemas en el pie del mástil causados por la misma tormenta.