La Colección de crustáceos decápodos y estomatópodos del Centro Oceanográfico de Cádiz consta de cerca de 3.000 especies diferentes, principalmente decápodos -cangrejos, ermitaños, gambas, langostas, santiaguiños o camarones- procedentes de aguas africanas, tanto del Atlántico como del Índico.
Aunque empezaron a recolectarse ejemplares desde 2005, fue en 2011 cuando se realizó una exhaustiva revisión taxonómica a partir de la cual se creó la colección oficialmente. Los crustáceos han sido obtenidos en campañas de arrastre o de observadores a bordo desarrolladas por el Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) en Marruecos, Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea-Bissau, Guinea, Guinea Ecuatorial, Namibia y Mozambique.
Además, la colección incluye ejemplares del golfo de Cádiz, mar Cantábrico y del banco de Porcupine en Irlanda y también aloja ejemplares recogidos en los años 50 que han sido donados por el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC).
Actualmente la colección consta de 5.500 ejemplares catalogados de más de 500 especies diferentes, de los cuales más de 4.000 están disponibles para su acceso en abierto en la plataforma GBIF (Global Biodiversity Information Facility).
La colección está en constante crecimiento y al menos un 20% de los ejemplares aún no han sido catalogados. Son especímenes procedentes de campañas de arrastre de Perú, Ecuador y Panamá y de campañas para el estudio de hábitats bentónicos de Canarias y golfo de Cádiz.
SECUENCIA GENÉTICA
El objetivo del Centro Oceanográfico de Cádiz es poder próximamente secuenciar genéticamente todos los ejemplares de la colección y crear una base de datos molecular de todas las especies depositadas. En la actualidad cuenta con un 7% individuos secuenciados.
“Las colecciones biológicas y, en concreto, las colecciones de fauna marina son un repositorio importante de información en biodiversidad, un archivo histórico detallado de la vida pasada y presente de nuestros ecosistemas”, explica Eli Muñoz, técnico del IEO en Cádiz y conservadora de la colección.
“Los especímenes alojados en las colecciones guardan secretos del mundo natural y de la memoria de nuestro planeta. Gracias a ellos podemos recrear la historia natural pasada y predecir cómo podrá evolucionar nuestra biodiversidad y sentar las bases para su conservación” apunta la científica.
El Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC), en el marco del proyecto COLECTAX, mantiene, además de la colección de crustáceos decápodos y estomatópodos de Cádiz, la colección de fauna marina del Centro Oceanográfico de Málaga y la colección de fauna marina del Centro Oceanográfico de Canarias.