El Govern balear ha comenzado las obras de refuerzo del dique de Cala Rajada. Ports IB está culminando simultáneamente los trabajos de estabilización del tramo de costa rocosa de poniente, en la zona del puerto, que está previsto finalicen el próximo día 22 de marzo. El coste de estas dos actuaciones suma una vez adjudicadas una inversión de 5,5 millones de euros.

El conseller de Mobilitat i Vivenda, Josep Marí, ha visitado hoy por la mañana las obras de reforma del puerto de Cala Rajada, acompañado del alcalde de Capdepera, Rafel Fernández; del director general de Transport Marítim i Aeri, Xavier Ramis, y de la gerente de Ports IB, Cristina Barahona.

La actuación más importante y que acaba de empezar consiste en reforzar el dique actual del puerto, con un presupuesto de 4,85 millones de euros y prevé un plazo de ejecución de doce meses. La semana pasada dieron comienzo los trabajos con la construcción de los bloques de hormigón que se utilizarán para la infraestructura en un solar cedido por el Ajuntament de Capdepera.

El objetivo de esta intervención es asegurar la estabilidad estructural del dique, así como reducir el rebasamiento del puerto frente a grandes olas para mejorar la operatividad. Las tareas de refuerzo se irán haciendo por partes, para minimizar el riesgo de posibles temporales. La actuación incluye la demolición de la espaldera actual y de los tramos agrietados de la losa de coronación de los cajones que forman la base del dique, la reconstrucción de éste y la ejecución de un talud exterior adosado al dique para amortiguar el oleaje. También se construirá un martillo al extremo del dique, a fin de reducir los problemas de agitación interior. Además, se aprovechará para reforzar la protección del paseo marítimo en el tramo de arranque del dique.

Además habrá que abordar una reordenación de los diferentes usos que confluyen en el puerto para conseguir una menor interferencia entre las diferentes actividades que se desarrollan en esta zona. Así pues, se trasladará la flota pesquera al muelle adosado al dique y la de barcos de alquiler y otras actividades comerciales acuáticas se mudará al muelle de la ribera norte. De este modo, los pescadores dispondrán de un espacio propio de trabajo y adecuado para las redes, por donde no transitarán visitantes. Por otro lado, las embarcaciones de transporte turístico pasarán a ocupar un espacio más cerca de la zona de actividad y de servicios del puerto, para hacerlo más accesible a los usuarios.

Se mejorarán también todos los almacenes que hay adosados al dique para que ganen en funcionalidad, puesto que actualmente se encuentran en mal estado a causa de las filtraciones de agua. Además se reordenará la explanada con la demolición del edificio-pérgola existente. De este modo se permitirá la maniobra adecuada del camión cuba, el mantenimiento de las plazas de aparcamiento, la zona de secado de redes y una terraza para la cantina.

Los técnicos de Ports IB han estudiado detenidamente la recuperación de los murales cerámicos creados por el artista Gustavo Peñalver, que actualmente se pueden ver en el dique La solución que se aplicará es la de volver a fabricar las piezas de estos murales a partir de las plantillas originales. Las piezas se cocerán en el mismo horno y con el mismo sistema artesanal con el cual se hicieron originariamente y se volverán a instalar en la ubicación actual.

En cuanto a las obras de estabilización del tramo de costa rocosa de poniente, que está previsto que finalicen el próximo 22 de marzo, los trabajos se han centrado en todo el muro perimetral y en cambiar la estructura del voladizo para dar mayor seguridad a los peatones de la zona.