Restos de atunes descompuestos capturados por un arrastrero alicantino.
Cada año es igual, pero nadie hace nada. La flota industrial de cerco sigue descartando las piezas de atún rojo que no le interesan sin que los inspectores encargados de la vigilancia se enteren (2:42). Las consecuencias son nefastas para otros pescadores, especialmente los arrastreros, que ven como sus artes y capturas de otras especies quedán literalmente destrozadas al engancharse con los restos descompuestos de estos enormes túnidos.
Hemos hablado con la persona que más sabe del tema en Baleares, la diputada e inspectora de pesca Virgina Marí, quien se reconoce impotente tras haber presentado numerosas mociones en el Parlamento balear y comprobar que el problema no se resuelve.
El atún rojo no sólo no está ya en peligro de extinción (contrariamente a lo que divulgan por error muchos medios), sino que existe una superpoblación que perjudica a sus presas naturales (albacoras, boquerones, sardinas...). Esta situaciín permitiría ampliar los cupos de pescadores artesanales e incluso de los recreartivos. Sin embargo, la mayor parte del pastel se reparte entre las dos grandes empresas dedicadas al engorde de ejemplares para el mercado japonés, donde el atún rojo se vende a precio de oro.
También tratamos el Campeonato de España de captura y suelta magníficamente organizado por el Club de Pesca Marina de Cala D'Or (10:50).
En la segunda parte del programa, Julio González nos trae las principales noticias deportivas de la semana (21:20): el final de la regata de las FFAA, la última prueba del circuito Sail GP y la disputa este sábado y domingo de la II Regata Alcudiamar a beneficio de Projecte Home.