Descubren 107 años después los restos del mítico Endurance de Shackleton

El barco, hundido a tres mil metros cerca de la Antártida, muestra un sorprendente buen estado

Primeras imágenes del Endurance en su tumba a 3.008 metros de profundidad en el Mar de Weddell.

Más de un siglo después hemos podido ver en color el Endurance, el barco en el que el aventurero angloirlandés Ernest Shackleton emprendió junto a su grupo expedicionario la aventura de intentar cruzar de costa a costa la Antártida pasando a través del polo en 1914. Un equipo de investigadores ha logrado ahora localizar los restos del barco, hundido en las heladas aguas del Mar de Weddell, y ha difundido las primeras imágenes de los restos del Endurance obtenidas con drones exactamente a 3008 metros de profundidad.

El equipo de la Falklands Maritime Heritage Trust ha trabajado con fuertes ventiscas y temperaturas de 18 grados bajo cero para localizar este histórico protagonista de la aventura. Finalmente los restos del Endurance fueron identificados unos seis kilómetros al sur de la última referencia aportada en su día por el que fue el capitán del barco, Frank Worsley. Las bajas temperaturas del agua y la consecuente ausencia de organismos que deterioraran la madera ha permitido que el barco se haya mantenido en un impresionante buen estado, pues perfectamente podría haberse hundido hace unos meses, según puede verse en el video aportado por los exploradores.

Imágenes del Endurance hundido a tres mil metros de profundidad, obtenidas por los exploradores de la Falklands Maritime Heritage Trust.

La historia de Ernest Shackleton y su equipo, protagonistas de la Expedición Imperial Transatlántica, ha quedado como uno de los más grandes ejemplos de resiliencia, supervivencia, heroísmo y liderazgo ejemplar que se recuerdan en la historia reciente. El Endurance, el bergantín-goleta en el que intentaban la travesía a pie de la Antártida, fue sorprendido y atrapado por los hielos del Mar de Weddell el 14 de febrero de 1915. Shackleton esperaba que antes o después el hielo se abriría, el barco quedaría liberado de su gélida prisión, y podrían recuperar la navegación. Sin embargo, poco a poco el Endurance fue estrujado por esa gigantesca superficie helada que acabó por absorberlo y hundirlo el 21 de noviembre.

Los perros de la expedición contemplan los últimos momentos del Endurance antes de hundirse para siempre.

La expedición ni siquiera había podido comenzar su propósito de atravesar a pie el continente, y los 27 hombres que componían el grupo de intrépidos aventureros quedaban desamparados y a la deriva sobre el hielo flotante. Pasaron meses acampados sobre las gigantescas banquisas. No fue hasta abril de 1916 cuando todo el  equipo se desplazó en tres botes salvavidas del barco hasta la isla Elefante, donde tocaron otra vez tierra firme, más de un año después. Sin embargo, se trataba de un lugar deshabitado y sin recursos para aprovisionarse.

Finalmente, ante la falta de expectativas de supervivencia, Shackleton decidió preparar y reforzar especialmente uno de los botes, el James Caird, de 6,8 metros de eslora, para que una pequeña tripulación con el propio Shackleton, el capitán Worsley y otros cuatro miembros,  afrontara una travesía de 1.300 kilómetros por mares fríos y tempestuosos. Su objetivo era llegar a la estación ballenera más próxima en la isla de Georgia del Sur. Tras llegar a su objetivo 16 días después y superar otra penosa ruta a pie por vías inéditas por el interior de la isla alcanzaron la estación ballenera y organizaron rápidamente el rescate de sus compañeros.

El grupo principal de supervivientes que fue rescatado de la Isla Elefante sin una sola baja en agosto de 1916.

Solo tres días después zarpaba el primer barco para rescatar a sus compañeros en la isla Elefante. Sin embargo, fueron necesarias cuatro tentativas para poder finalmente llegar hasta el lugar donde habían dejado al grupo principal. La barrera de hielo siempre se interponía en el rescate. Finalmente, fue un viejo vapor de metal de la Armada chilena, el Yelcho, el que se llevó los honores y logró llegar a la isla Elefante el 30 de agosto de 1916. A pesar del tremendo sufrimiento, todos los hombres fueron rescatados sin una sola baja un año y medio después de que el hielo capturara en sus frías garras al ahora redescubierto Endurance.

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