GlobeSailor dispone de una flota de 554 barcos en Baleares para disfrutar de unas vacaciones diferentes.
La primavera ha comenzado y el frío invierno se retira a sus cuarteles del norte. Es el momento de empezar a preparar unos días de vacaciones. Las opciones son miles. La elección más habitual es transitar por unas carreteras llenas de coches para llegar hasta una playa en la que a menudo es difícil encontrar sitio suficiente para dejar la toalla. Sin embargo, existe una alternativa a ese ajetreo que marca la diferencia entre pasar unas vacaciones y disfrutar unas vacaciones. El alquiler de barcos en Mallorca es la opción ideal para descubrir sin prisas, sin agobios y en primera fila de los parajes más recónditos de la costa de la isla.
La isla es un paraíso para disfrutar del mar y GlobeSailor lo sabe. Esta empresa de chárter nos ofrece la llave para acceder a él con una flota de 314 barcos solo en Palma y un total 554 en Baleares. Hay cientos de cosas por descubrir en Mallorca cuando disponemos de una embarcación de alquiler, con o sin patrón, según nos apetezca. El tiempo nunca será suficiente, pero podemos incluso elegir la opción de dar una vuelta completa a la Isla dividida en ocho días. Cada día tendremos, si así lo decidimos, la opción de disfrutar en tierra de la gastronomía local en todas las vertientes de la Isla.
Otra alternativa es decidirse por centrarse en una zona concreta. La variedad es amplia y el abanico infinito. Las aguas siempre cristalinas gracias a esa maravilla de la naturaleza que es la posidonia nos ofrecerán siempre la posibilidad de hacer esnórquel o cualquier otro tipo de actividad náutica en el punto exacto en el que decidamos echar el ancla. En tierra, si nos gusta la historia, podemos disfrutar del precioso centro histórico con restos de todas las civilizaciones que han dejado huella en Palma, la capital balear, conocida en la Isla como Ciutat. Romanos, musulmanes, judíos e incluso caballeros templarios se han sucedido a lo largo de los siglos por sus calles.
Las calles de Alcúdia, cerca de las cuáles encontramos las ruinas de la ciudad romana de Pollentia, o el Puerto de Sóller, clave en la historia del comercio marítimo mallorquín, son otros dos enclaves dignos de resaltar si nos decidimos por el alquiler de barcos en Mallorca.
Si nuestra apuesta es huir del mundanal ruido, probablemente optemos por elegir en tierra parajes naturales, menos frecuentados por los turistas. En este caso, el Parque Nacional Marítimo Terrestre de la Isla de Cabrera es una buena opción. Este parque, protegido desde 1991, es el mejor exponente de ecosistemas insulares no alterados de todo el Mediterráneo español. La zona es un punto vital en las rutas migratorias de 150 especies de aves y sus aguas albergan más de 200 especies de peces y numerosos invertebrados endémicos.
El Puerto de Andratx, Cala Rajada o Cala d’Or son solo otros tres puntos de referencia en los que podremos disfrutar de la elegancia cosmopolita de la isla elegida y de lo que en su origen fueron pequeños pueblos de pescadores. También podemos unirnos al lujo de los megayates que exhiben su imponente figura en marinas como Puerto Portals o Port Adriano o decidirnos por pueblos más pequeños y tradicionales como Portocolom, Porto Petro o Cala Figuera. Toda la costa de Mallorca está adornada por playas, de kilómetros de longitud o pequeñas calas, cuya belleza quedará grabada en nuestros sentidos para siempre.