Trozos solidificados de brea flotan junto a una botella embadurnada este martes en Palma.
Dos días tardó Autoritat Portuària en poner en marcha el operativo para luchar contra el vertido de brea, aceite y gasóleo que se había detectado el lunes por la mañana en el puerto de Palma procedente al parecer del barco Ciudad de Palma de la compañía Grimaldi-Trasmed.
El vertido ha llenado de brea todo el área de poniente del puerto de Palma, según informamos el miércoles y todavía hoy, viernes, se trabaja en la limpieza de la zona en la que muchos barcos de las marinas ubicadas en esa parte del puerto de Palma han resultado afectados.
Sin embargo, las primeras barreras de Autoritat Portuària para aislar el vertido no se colocaron hasta el miércoles por la mañana a pesar de la entidad conocía lo ocurrido desde el lunes a mediodía, pues fue avisada del vertido y también de la aparición de grandes manchas de brea. La lentitud en la reacción resulta especialmente sangrante cuando la entidad responsable de los puertos del Estado en Baleares difundió el miércoles en sus redes sociales un video realizado un día antes, el martes, en el que los efectivos de la entidad realizaban un simulacro de despliegue de una barrera anticontaminación de 350 metros de longitud en el mismo puerto. En ese momento, el vertido llevaba ya un día embadurnando aguas, instalaciones y barcos del puerto.
No fue hasta el miércoles por la mañana cuando el personal de APB comenzó a desplegar las primeras barreras en la zona de Can Barbarà, donde la mezcla de aceite, fuel y combustible llevaba ya dos días campando a sus anchas.
Doble barrera anticontaminación colocada por APB a la entrada de Can Barbarà el miércoles por la mañana.
La información facilitada desde APB concreta que el lunes el buque Ciudad de Palma les había avisado de que había producido “sin querer” un vertido de gasóleo. También informaron que se había contratado a una empresa para que una pequeña neumática limpiara la zona con material absorbente, gasto que sería trasladado a Trasmed para que lo cubriera su aseguradora.
Los datos facilitados desde Trasmed asumen también que el Ciudad de Palma, que cubre la ruta entre Palma y Barcelona, avisó a Autoridad Portuaria y a la Capitanía Marítima el lunes a las once de la mañana de “un pequeño vertido” de combustible en su punto de atraque en los muelles comerciales. Según la versión de la naviera, inspectores de Capitanía acudieron a la zona en la que todavía estaba atracado el barco y no observaron nada extraño, así que le permitieron zarpar. Cuando posteriormente, la naviera recibió noticias sobre la presencia de chapapote en aguas del puerto de Palma, mandó uno de sus peritos a la zona de Can Barbarà para que recogiera una muestra de la brea para poder determinar si procedía de uno de sus barcos.
Minutos después del aviso del Ciudad de Palma, se empezó a detectar la presencia de grandes manchas de brea en el puerto de Palma que se extendieron según avanzaba la mañana afectando sobre todo a las instalaciones más cercanas a los muelles comerciales. En concreto, según cuentan los testigos, poco después de zarpar el Ciudad e Palma primero apareció una gran mancha de brea de unos 50 metros cuadrados a la que después se sumó otra aún mayor, de unos 200 metros cuadrados. Las aguas agitadas de estos días se han convertido en el peor enemigo en la lucha contra la difusión de la gran mancha negra que acabó diseminándose por toda la zona de poniente del puerto.