Dos catamaranes de charter irregular fondeados
Un clásico del verano. Como cada año, múltiples empresas de chárter náutico foráneas inundan Ibiza, practicando una competencia desleal a las que tienen su base en la isla, que cumplen con toda la normativa y ofrecen servicios de calidad a sus clientes.
La entidad proteccionista Salvem Sa Badia de Portmany ha localizado, de momento, a tres de estas empresas que operan en la zona sur, frente a la playa de es Pinet; justo detrás del dique del puerto de Sant Antoni, frente a la playa de Coves Blanques, y en la zona de Caló des Moro. Estos negocios hacen un uso indebido de la costa y utilizan de forma ilegal los muelles de las golondrinas, que pagan por su uso, para cargar y descargar clientes, provisiones y personal de limpieza.
Salvem Sa Badia ha evidenciado también que estas embarcaciones “fondean, en la mayoría de los casos, sobre posidonia y se desconoce dónde vierten las aguas fecales de los depósitos y, aún más grave, cuál es el destino de las aguas de sentina, que contienen agua con restos de combustible y aceite”.
La oferta del “chárter pirata” abarca en la Badia de Portmany al menos 22 embarcaciones entre catamaranes y veleros, que embarcan y desembarcan a clientes personal de limpieza y provisiones en pequeñas barcas neumáticas.
El Decreto 21/2017, de 5 de mayo, por el que se regula la actividad de alquiler de embarcaciones y buques de recreo en Baleares, permite con una simple “declaración responsable” inscribirse en el registro y recibir autorización para el ejercicio de la actividad de chárter náutico.
Lo que se declara es que, además de poseer el certificado de navegabilidad en vigor, tener la embarcación registrada en lista sexta, poseer el despacho de Capitanía Marítima, la titulación náutica, los seguros para la embarcación y los tripulantes y los certificados de seguridad y residuos, se dispone de un punto autorizado para embarcar y desembarcar a los clientes. Para ello, es necesario disponer de un amarre o una boya en un puerto o un fondeo y una zona de desembarque autorizado por la Demarcación de Costas.
Salvem Sa Badia de Portmany señala que “el problema es que si nadie revisa el cumplimiento cualquiera puede ejercer esta actividad simplemente presentado un formulario y pagando la tasa”.
Ante este “coladero legal” Salvem Sa Badia solicita a Ports de les Illes Balears que realice “controles y verificaciones, se evite la competencia desleal, el uso indebido de nuestra costa, el fondeo sobre posidonia y los vertidos incontrolados”.