Las empresas de alquiler de barcos que operan en el puerto de La Savina en Formentera reclaman su propio espacio para poder ejercer su actividad con garantías. Además de la competencia desleal que sufren por parte del chárter pirata, estos negocios locales denuncian una persecución por parte de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB).
El exceso de celo de la APB está poniendo en peligro el negocio de alquiler de embarcaciones en el puerto de La Savina en Formentera. La presión que ha empezado a ejercer el ente portuario sobre los concesionarios a la hora de controlar los amarres en las concesiones amenaza la viabilidad de varios negocios del sector náutico con una larga trayectoria.
La normativa portuaria solo permite el atraque de un barco por amarre. Sin embargo, las empresas de chárter llevan años utilizando amarres para embarcaciones de 12 metros o más en los que ubican dos o tres barcos de pequeña eslora y, en la práctica, se ocupa el mismo espejo de agua.
La APB decidió este verano poner fin a esta anomalía con multas. A los dos puertos deportivos de la isla, Marina Formentera y Nueva Formentera, han ido llegando un elevado número de propuestas de sanción por este uso inadecuado de los amarres. Los afectados señalan que se han puesto más de un centenar de multas porque las inspecciones de los celadores portuarios han sido continuas.
A su vez, las marinas están presionando a las empresas para que retiren las embarcaciones de los amarres. La situación afecta a cinco pequeñas empresas locales de chárter que operan en el puerto de La Savina, algunas con más de 20 años de antigüedad: Náutica Pins, Náutica Hélix, Náutica Ferreret, Barco Rent Formentera y Vellmari, del biólogo Manu San Félix.
Francisco Castelló, responsable de Barco Rent Formentera, explica que el problema es que no hay puestos de amarre suficientes para embarcaciones de menos de ocho metros de eslora en los dos puertos deportivos. “Y sin embargo, el puerto está prácticamente vacío”, denuncia el empresario.
Castelló explica que, hasta este año, la APB no había realizado inspecciones por albergar más de un barco en un amarre y asegura no entender el motivo de esta persecución porque “somos empresas legales, que pagamos impuestos y las tasas de la Autoridad Portuaria”. El responsable de Barco Rent Formentera remarca que las empresas no quieren incumplir las normas y que lo que reclaman es una reordenación de los puestos de atraque y del espacio portuario que garantice el futuro de sus negocios.
El Consell de Formentera, a través de su presidenta, está haciendo de mediador en esta situación con la APB, pero hasta el momento no se ha conseguido llegar a un acuerdo. Las empresas apuntan que es urgente resolver el problema porque ahora es el momento de planear las inversiones de cara a la próxima temporada en cuanto a renovaciones de flota.
En caso de que no se acerquen las posturas, la oferta de chárter se podría reducir el próximo verano en Formentera porque como señala Francisco Castelló “con estas condiciones, nuestras empresas no tienen viabilidad”.