La conselleria de Medi Ambient i Territori del Gobierno de Baleares ha habilitado una línea telefónica y un correo electrónico para que los ciudadanos denuncien a los navegantes que, a su juicio, estén provocando daños a la posidonia oceánica.
El departamento que dirige el ecosoberanista Miquel Mir insta a la ciudadanía a hacer fotos y a enviar la localización GPS de las embarcaciones sospechosas, así como su nombre y eslora “aunque sea aproximada”.
En el caso de que la delación se realice mediante llamada telefónica se requiere al informante para que detalle la ubicación del barco, “preferiblemente con coordenadas”, y aporte datos de nombre y eslora, según consta en un folleto oficial que circula masivamente desde ayer por las redes sociales y los sistemas de mensajería instantánea.
Medi Ambient emplaza a denunciar si se cree que “algún elemento” está dañando la posidonia (lo que en principio podría incluir emisarios submarinos y desembocaduras de desaladoras), si bien el flyer únicamente hace mención en su parte explicativa a embarcaciones, dando a entender que el objetivo de la campaña son los navegantes y sus barcos, y en ningún caso las infraestructuras de vertidos dependientes del propio Gobierno.
Las reacciones no se han hecho esperar. Jaime Darder, presidente de la Asociación de Navegantes de Recreo (ANAVRE), con implantación nacional, ha afirmado que se trata de “un nuevo intento del conseller Mir de criminalizar la náutica de recreo”.
“La competencia para denunciar es de los agentes de la Conselleria de Medio Ambiente y de la autoridad, no de la gente que ande por ahí. ¿Van a darle presunción de veracidad a una foto hecha por un particular, sin ningunas garantías?”, se pregunta Darder, quien recuerda que el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB) ha dejado claro que sólo se puede sancionar si efectivamente se ha causado daño a la posidonia, lo que, en su opinión, no se puede demostrar “con fotos hechas en superficie de barcos presuntamente mal fondeados”.
El presidente de ANAVRE considera “indignante” la campaña y habla de “una nueva declaración de guerra al sector por parte del conseller Mir, una más”. Y concluye: “Medio Ambiente quizás debería preocuparse por los vertidos de la Bahía de Santa Eulalia, en Ibiza, de los que existen pruebas abrumadoras, en lugar de por atacar a los navegantes”.
ADN Mediterráneo, la asociación de navegantes mayoritaria en Baleares, también ha censurado la “inmoralidad” de pretender que los usuarios se denuncien entre ellos. Su presidente, Santiago Fiol, ha señalado que la campaña carece de soporte jurídico, “es un póster, sin ninguna resolución administrativa que lo avale”, y ha recalcado que los navegantes “no pueden sustituir la labor inspectora que corresponde a la Conselleria de Medi Ambient”.
“Lo primero que ha de hacer el Govern es dejar de contaminar. Mientras no lo haga, carece de cualquier autoridad moral. Esta campaña es inaceptable y aconsejaremos a nuestros socios que no participen en ella”, ha añadido Fiol.