El barco cubría en su origen las rutas interinsulares canarias transportando correo, pasaje y mercancías. Foto: DGMM
El Correíllo La Palma se ha llevado el honor de ser el primer barco que entra a formar parte del nuevo registro de buques históricos de la Dirección General de la Marina Mercante. Esta histórica nave que se ha llevado ha inaugurado el nuevo registro oficial de barcos clásicos españoles fue botado en 1912 y estuvo cumpliendo con su ruta hasta 1976. Dos décadas después de su retirada la Asociación Pro Restauración y Conservación del Correíllo La Palma puso en marcha el proyecto para recuperar el barco y salvarlo del que iba a ser su inmediato destino: el desguace. El proceso sigue en la actualidad su curso con el objetivo de convertir el buque en un museo y biblioteca, además de un espacio cultural y de ocio.
Los correíllos eran barcos de vapor que cubrían el tráfico interinsular canario desde finales del siglo XIX y se encargaban del transporte de personas, mercancías y correspondencia. Fue en 1912, tras renovar la concesión para las rutas canarias cuando la Compañía de Vapores Correos Interinsulares Canario estrenó el La Palma, que entró en servicio junto a otros cinco nuevos barcos construídos en astilleros ingleses.
En 1930 la Compañía Transmediterránea asume la gestión de las rutas interinsulares canarias y para ello adquiere la flota de correíllos que paulatinamente moderniza y mejora técnicamente cubriendo con ella el servicio hasta su retirada y sustitución por buques más contemporáneos que se produce de manera escalonada ya en la década de los sesenta y setenta del siglo XX.
El Correíllo La Palma es un es un vapor mixto de carga y pasaje, de cubierta de abrigo abierta y casco de acero remachado, con proa recta y popa redonda. Tiene una eslora de 67,10 m, una manga de 9,05 m y un calado de 3,70 m.
Según los datos facilitados por la Dirección General de Marina Mercante, de momento este histórico navío es el primer y único que ha pasado a formar parte del nuevo registro de buques históricos.