Imagen del barco hundido. Foto: Toni Menor.
Unos buceadores descubrieron en 2019 una embarcación hundida a 38 metros de profundidad. Se trata de un motovelero de madera que desapareció hace unos años y que con el tiempo ha formado un pecio lleno de vida acuática.
Según explica Miquel Àngel Bonnín, responsable de Tramuntana Diving, una empresa de buceo ubicada en el Puerto de Pollença, el barco apareció hace cerca de 20 años en la bahía, abandonado y a flote. Era una especie de motovelero de unos 20 metros de eslora, de madera, doble cubierta y dos mástiles y su nombre era Andrea Ferrara.
Parece que pertenecía a un alemán que se quedó en bancarrota y dejó el barco fondeado. Bonnín cuenta que cuando el barco apareció por primera vez en la playa por Pollença, circuló el rumor de que acababa de ser reflotado ya que se había hundido con un millón de marcos dentro.
El barco estuvo primero delante de la playa del Puerto de Pollença. “De niños íbamos nadando e investigábamos el barco o simplemente jugábamos en él”, recuerda Miquel Àngel, quien señala que “unos astilleros locales lo remolcaron fuera de la playa, pero como el dueño no aparecía, el barco fue fondeado y abandonado de nuevo delante de la base militar del puerto”.
Hay fotografías del barco fondeado ahí hasta el año 2010 y de la misma manera que apareció, sin que nadie supiera ni de dónde venía ni cómo había llegado ahí, el barco desapareció. Nueve años después, apareció a 38 metros de profundidad en medio de la Bahía de Pollença.
Los buceadores lo encontraron al darse cuenta que en esa zona había una gran presencia de vida marina y las empresas de la zona organizan salidas para poder bucear junto al pecio, aunque se encuentra a bastante profundidad y requiere un nivel avanzado.