
El emisario, en caso de construirse, estaría enterrado en este paraje natural.
El Grupo de Ornitología (GOB) ha rechazado en diversas ocasiones, al igual que el Ayuntamiento de Santa Margarita, la construcción de la tubería submarina que el Govern pretende instalar en la playa de Son Bauló con el fin de verter al mar las aguas residuales depuradas.
La disputa por resolver los problemas de depuración de la localidad Can Picafort lleva más de una década sin resolverse y, en todo este tiempo, el GOB se ha pronunciado varias veces en contra del emisario y ha abogado por ampliar la depuradora existente, que da servicio a los términos municipales de Muro y Santa Margarita.
En septiembre de 2014, la entidad ecologista alegó contra el proyecto y el estudio de impacto ambiental que presentó la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina (PP), para ejecutar una nueva depuradora en Can Picafort que incluía un emisario submarino. Para el GOB, el estudio de alternativas estaba “escandalosamente viciado para descartar la reforma de la actual depuradora, y hacer una de nueva en Can Picafort”.
En su escrito, el GOB señalaba que el proyecto suponía “importantes riesgos ambientales y considerables efectos negativos especialmente en cuanto a la evacuación a través de un emisario submarino que derramaría al LIC de las bahías de Pollença y Alcúdia”, unos argumentos que coinciden con los que sostiene el consistorio presidido por Joan Monjo.
Tres años más tarde, en septiembre de 2017, el GOB remitió un comunicado en el que reclamaba la supresión del emisario previsto en Can Picafort e instaba a Medio Ambiente a mejorar la actual depuradora de la Playa de Muro, ubicada parcialmente dentro del Parque Natural de s'Albufera de Mallorca.
En noviembre de 2020 el grupo ecologista volvió a manifestar su oposición frontal al proyecto y especialmente a la construcción del emisario submarino en la playa de Son Bauló. En un nuevo comunicado, insistía en la necesidad de mejorar la depuradora de Playa de Muro con la dotación de “un sistema de depuración terciario para que el agua generada tenga la calidad suficiente para ser aprovechada para el riego u otros usos”.
Contenido de las alegaciones presentadas por el GOB en 2014 contra el proyecto del Ministerio de Medio Ambiente para la instalación del emisario submarino en la LIC de Bahía de la Alcúdia. Entonces gobernaba el Partido Popular. El Grupo ecologista insistió en los mismos argumentos en 2017 y 2020, ya con el gobierno de coalición de PSOE-Unidas Podemos. Ha eludido, sin embargo, criticar el hecho de la consejería balear de Medi Ambient (MÉS per Mallorca) quiera retomar el proyecto de construcción de una nueva depuradora en Can Picafort y un emisario submarino que desembocaría en una zona protegida.
Pese a rechazar el proyecto de nueva depuradora que impulsa la consejería de Medio Ambiente, el GOB se ha cuidado mucho de criticar las actuaciones del departamento que dirige Miquel Mir (MÉS per Mallorca) y ha instado a las instituciones implicadas, el Ayuntamiento de Santa Margalida y el Govern, a llegar a un acuerdo para lograr la solución medioambiental más adecuada.
La consejería y el Ministerio de Medio Ambiente acordaron extinguir en 2021 el convenio suscrito para la construcción de la nueva depuradora, declarado de interés general y que iba a ser financiado por el Gobierno central a través del Ministerio para la Transición Ecológica, pero el Govern ha retomado recientemente el proyecto.
Mir considera ahora que la construcción de la tubería submarina es necesaria independientemente de la capacidad del municipio para reutilizar las aguas y que “la construcción de una depuradora en Can Picafort con sistema de evacuación mediante un emisario submarino es imprescindible”.