Los radicales cambios en el decreto sobre medidas para el cambio climático del Govern balear que imponían la electrificación en siete años de la náutica recreativa balear quedarán, de momento, guardadas en un cajón hasta la próxima legislatura.

Así lo ha publicado Diario de Mallorca, que informaba que el ejecutivo autonómico ‘autoliquida’ su proyecto de decreto de medidas para paliar el cambio climático. Según afirma este medio informativo, la Direcció General d’Energia i Canvi Climàtic balear reconoce que no hay tiempo suficiente antes de las próximas elecciones en mayo para consensuar estas medidas con los sectores afectados y aplaza su discusión para un futuro indeterminado o asume directamente su muerte prematura, dado que resulta imposible garantizar quién estará a cargo del Govern a partir de ese día.

En cuanto a la náutica recreativa, solo uno de los sectores afectados por este decreto, se preveía que para 2030 ya no habría barcos de chárter que no fueran de propulsión eléctrica y que, a partir de ese año, no se concedería en ningún caso amarre en los puertos de gestión autonómica a embarcaciones que no fueran de cero emisiones.

Toda la náutica, desde clubes náuticos, marinas, empresas, grandes yates, hasta navegantes y pescadores, se levantó en pie de guerra y calificó como quiméricas estas propuestas que se tomaron sin consultar al sector. Según concluyeron, se imponían unos planteamientos y unos plazos alejados totalmente de la realidad, pues argumentaban que no existen en la actualidad desarrollos tecnológicos suficientemente viables y eficientes para afrontar un cambio tan radical y veloz.

Una de las voces que en aquel momento mostró su total desacuerdo con las medidas anunciadas fue la de José María Jiménez, presidente de la Comisión de Charter Náutico de la Asociación Provincial de Empresas de Actividades Marítimas (APEAM). Jiménez se muestra ahora aliviado por el aplazamiento asumido por el Govern: “Todos queremos mantener el medio ambiente y ser sostenibles, sería absurdo lo contrario, pero si no existe la tecnología todavía, nos vemos obligados a esperar hasta que tengamos una tecnología fiable y segura”.

En opinión de Jiménez “una cosa es tener buenos deseos y querer ser vanguardistas y por otro lado está la realidad. Creo que en este tema ha habido técnicos que no habían estudiado el tema suficientemente en profundidad para tomar las decisiones adecuadas. En mi opinión hubo precipitación”.

La ruta válida y realista para la descarbonización y la sostenibilidad de la náutica recreativa pasa para el representante del chárter en APEAM por medidas como promover beneficios fiscales para la vela, así como articular ayudas para la instalación de placas solares en los barcos, no suficientes para la propulsión de la embarcación, pero sí para el mantenimiento del día a día. En cuanto a la fuente de energía para los motores, Jiménez argumenta: “Para esloras pequeñas es muy interesante la motorización eléctrica, aunque hay que solucionar problemas como la seguridad, pero para barcos mayores, con motores a partir de 100 o 150 CV, habría que fomentar el uso de gas y la pila de combustible, el hidrógeno, como combustible para el futuro”.

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