
El Infanta Elena termina su singladura tras 43 años de servicio en la Armada española.
El patrullero Infanta Elena de la Armada Española se despide de Baleares tras 43 años de servicio. Este patrullero de altura, que comenzó su vida como corbeta, termina ahora su singladura operativa y está efectuando una navegación de despedida con parada en diversos puertos. En concreto, el Infanta Elena llegará a la base naval de Portopí este miércoles por la mañana y zarpará con otro destino el jueves por la tarde.
Para celebrar esta última visita el buque realizará sendas jornadas de puertas abiertas. Las visitas podrán realizarse en turnos de mañana los dos días (de 11 a 13,30 h.) o de tarde, solo el miércoles (de 16 a 19,30 h.). El jueves, antes de despedirse de Palma, la dotación del barco llevará a cabo en el patrullero un arriado solemne de la bandera, coincidiendo con el ocaso.
El Infanta Elena ha tenido una intensa vida de servicio desde su botadura en 1976 en los astilleros Bazán de Cartagena, hoy en día Navantia, y tras ser entregada a la Armada en 1980. Navegó hasta el Golfo Pérsico para participar en el bloqueo a Irak dictaminado por la ONU en la Primera Guerra del Golfo en 1991. En 2003 fue reclasificado y, de corbeta, pasó a ser considerado patrullero de altura. Con esta categoría participó en la misión de Naciones Unidas en el Líbano en 2008 y también prestó sus servicios en aguas del Océano Índico en 2011 en el dispositivo internacional que se desplegó en la zona bajo el nombre de Fuerza Naval Europea para luchar contra la piratería que asaltaba pesqueros y barcos de mercancías en la zona.
En la actualidad, este buque, que tiene base en Cartagena, tiene como principales misiones la seguridad marítima, la lucha contra la contaminación marítima, la detección y seguimiento de posibles actividades de inmigración ilegal y la colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico.
CONÉCTATE AL PODCAST DE GACETA NÁUTICA