Las aguas las Islas Baleares sufrieron el pasado año cinco olas marinas de calor que amenazan seriamente a la fauna y la flora marina del archipiélago. Así lo recoge el informe Mar Balear que ha recopilado información actualizada sobre diferentes indicadores de cambio global. La temperatura del mar llegó a los 33,3 grados en Sa Dragonera, la cifra más alta registrada en la historia de esta zona.

Esas cinco olas de calor marina se han producido entre los meses de mayo y diciembre y podrían tener, según el informe “graves consecuencias sobre los ecosistemas marinos y su funcionamiento y puede repercutir en la economía y condiciones de vida humana”. Se prevé un retroceso en las playas del archipiélago que en casos extremos puede llegar a los 50 metros.

Esta es la tercera edición del informe Mar Balear, un proyecto colaborativo donde participan todas las instituciones de investigación marina de las Islas y entidades públicas y privadas. Recoge la mejor información disponible sobre el mar Balear para poder mejorar los esfuerzos de gestión y detectar los vacíos de información de la investigación marina.

Entre los aspectos que recoge el documento, destaca que la presión turística sigue aumentando en Baleares. El año 2022, el Indicador de Presión Humana (IPH) ha logrado récords en las islas de Mallorca y Menorca y el mes de septiembre de 2022 ya se habían superado los 14,3 millones de turistas.

El informe señala también que la presión náutica también ha seguido en aumento. Las escalas de buques en los principales puertos de las Islas Baleares muestran un aumento del 56% entre 1992 y 2019, una disminución del 42% entre 2019 y 2020 derivada de la crisis sanitaria y una recuperación del 30% en 2021 (logrando valores similares a los del 2017).

Las Pitiusas tienen un volumen de navegación 10 veces superior al resto de las Islas a causa del gran número de ferris y de transporte de carga horizontal que conectan Ibiza y Formentera. Alrededor de estas Islas también se ha medido el ruido submarino, el cual se triplica durante el verano, atribuido principalmente a los desplazamientos de la flota recreativa y a una mayor cantidad de ferris que conectan ambas islas.