Sí, señores: ni la prensa –salvo esta publicación, la única que se preocupa de verdad por los asunto del mar– ni los políticos han tenido la atención de hablar, escribir o emitir un solo apunte sobre lo expuesto por la Asociación de Amigos del Museo Marítimo en dicha feria.
Sólo se han interesado por saber quién la tenía más grande: la mayor eslora, el mayor precio, el mayor lujo o el mástil más alto, así como la cantidad de dinero que proporciona dicho evento.
Del humilde patrimonio de nuestra tierra, ni una palabra. Hasta los políticos empezaron su discurso alabando las deliciosas cifras de negocio.
Una vez reposadas las ideas y tras la experiencia de dos años de asistencia al Boat Show Palma, teniendo en cuenta que hemos estado presentes sólo gracias a la insistencia de la presidenta de la Asociación de Empresas e Industrias Náuticas de Baleares, así como a la denuncia de esta publicación sobre el ninguneo al que nos veíamos sometidos, les cuento que el patrimonio de la Asociación de Amigos del Museo Marítimo entró en la feria en el último minuto.
Nos ofrecieron el stand de la prensa radiada para la exposición de las Barcas de Bellver (cedida por el Club de Mar Mallorca, siempre dispuesto a colaborar) y la posibilidad de tener un barco en tierra y otro a flote, lo que no conseguimos. Todo resultó muy improvisado y precario. Esta es una situación que no debería repetirse.
Reclamamos un espacio conjunto comprometido y fijo para poder dar a conocer parte de nuestra identidad sin tener que ir mendigando un espacio cada año. El patrimonio marítimo tendría que ser el orgullo de todo el sector náutico de nuestra Isla y deberíamos aprovechar la feria para mostrarlo a la mayoría de expositores venidos de otros países.
No podemos permitir que nos pase lo de esta ocasión, que teniendo una joya restaurada y lista para exponer con la colaboración de sus armadores, como es el caso del llaüt Jaime, nos hayamos quedado sin un pequeño espacio donde amarrarlo. Lo dicho: tenemos que dignificar nuestro patrimonio marítimo y darle el merecido sitio que le corresponde, ya no basta con tenerlo enterrado bajo tierra.
Para terminar, quiero reiterar nuestro mayor agradecimiento a las personas y entidades que han hecho posible que, a pesar de todo, la Asociación de Amigos del Museo Marítimo de Mallorca haya podido estar presente en el Boat Show Palma. A la presidenta de la Asociación de Empresas e Industrias Náuticas de Baleares (AENIB), Margarita Dahlberg; al Club de Mar de Mallorca, al Real Club Náutico de Palma, al señor Bernat Homar y a Marina Port de Mallorca. Sin todos ellos hubiésemos sido invisibles del todo.