Foto: Alejandro González Santana.
El rector de la iglesia de la Santa Cruz, José Jaume, intentó en la mañana de hoy que la Armada española no llevara a cabo, con el protocolo militar conocido por el Obispado desde hace días, los actos de homenaje previstos en conmemoración del tercer centenario del nacimiento del teniente general Antonio Barceló, conocido en Baleares como el Capità Toni, enterrado en una de las criptas de esta conocida iglesia palmesana y muy próxima a la antigua casa familiar de este gran marino mallorquín.
El Almirante de Acción Marítima de Cartagena, Manuel de la Puente, y el Comandante del Sector Naval de Baleares, capitán de navío Juan Moreno González-Aller, remitieron debidamente a las autoridades y los medios de comunicación la invitación a todos los actos relacionados en el programa del 300 aniversario que se celebrarían en las Instalaciones de la Estación Naval de Porto Pi y en la Iglesia de Santa Cruz. Este último acto estuvo a punto de no celebrarse hoy ante la oposición mostrada en los aledaños de la iglesia por parte de su rector.
Algunos de los invitados al acto, entre los que se encontraba el autor de estas líneas, pudieron observar el apuro que padecieron el comandante naval y algunos de sus oficiales al encontrar las puertas de la iglesia cerradas a pocos minutos de la hora señalada y ante la inminente llegada del comandante general de Baleares, Juan Cifuentes Álvarez, y de las demás autoridades civiles y militares convocadas, entre ellas toda la oficialidad de los barcos de la Armada desplazados a Palma para la conmemoración de estos actos.
Tras idas y venidas de los mandos responsables del acto, incluido el pater Manolo, párroco castrense de las Fuerzas Armadas de la Iglesia de Santa Margalida en la calle San Miquel de Palma, y de varios coadjutores presentes, finalmente corrió la voz de que el obispo de Mallorca, Sebastiá Taltavull Anglada, había ordenado al rector José Jaume que comenzaran los actos tal como estaba previsto, entre ellos, la instalación de un cuadro del homenajeado, la imposición militar de una corona de flores y el canto de la Salve Marinera por el conjunto de marinos, oficiales y marineros, presentes en las bancadas de la iglesia. El único acto suspendido fue la visita a la cripta donde se conservan los restos mortales del teniente general Barceló. La razón dada fue el mal estado en que se encontraba, si bien, posteriormente, pudieron visitarla todos los marinos que lo desearon.
Como anécdota secundaria, señalar que el obispo, tras presentarse este periodista al rector para preguntarle cuáles eran las razones de su obstaculización al homenaje, ordenó al párroco que no dijera nada y, en tono imperativo, instó a quien esto rubrica a no publicar los hechos que acababa de presenciar.
UN HÉROE MALLORQUÍN
El Capità Toni empezó navegando en el barco jabeque correo de su padre y alcanzó el grado de general gracias a sus gestas como corsario para la Corona Española. Participó en grandes expediciones, como la de Argel o el gran sitio de Gibraltar. También fue el inventor de la lancha cañonera.Su origen humilde no impidió su ascenso en la Real Armada Española, a la que accedió por orden directa de Carlos III como teniente de navío.