El Salón Náutico Internacional de Palma ha reconsiderado su negativa a ceder un espacio gratuito al patrimonio naval, que al final, según ha confirmado esta mañana a Gaceta Náutica el presidente de la Asociación de Amigos del Museo Marítimo de Mallorca, Manuel Gómez, dispondrá de un stand en el interior de la feria, además de un espacio en el hall de acceso para la exposición de fotografías “Patrimonio olvidado. Las barcas de Bellver”, propiedad del Club de Mar Mallorca.
Gómez ha informado de que el director del Salón Náutico Internacional de Palma, Chema Sans, le ha llamado esta mañana para comunicarle que se habían liberado dos espacios, uno en el mar y el otro en tierra, así como la sala de acceso al recinto, donde se podrán exhibir la muestra de fotografías, obra de Nico Martínez, sobre la situación de las embarcaciones tradicionales de Baleares depositadas en las cuevas del Castillo de Bellver. La idea de habilitar este espacio para la exposición ha partido de la presidenta de la Asociación de Empresas Náuticas de Baleares, Margarita Dahlberg.
La rectificación de la organización del Salón sobre la cesión del espacio a los Amigos del Museo se produjo en apenas unas horas, después de que Gaceta Náutica revelara ayer en su página web que el patrimonio había quedado fuera de la feria. Dicho dato fue confirmado telefónicamente por Chema Sans a las 19:48 horas y ratificado unos minutos después por Manuel Gómez. La noticia tuvo una gran repercusión a través de las redes sociales, donde fue compartida por cientos de usuarios que criticaron la falta de sensibilidad por el patrimonio marítimo.
Sans se ha puesto en contacto con Gómez para informarle del cambio de criterio “a las ocho de la mañana” y éste se ha puesto manos a la obra para organizar su montaje, que consistirá, además de la exposición, en la exhibición en el mar del llaüt Jaime, propiedad de Marina Port de Mallorca, y de un gussi construido antes de 1934 por Mestre Jaume Gelabert y que ha sido restaurado por Sebastià Vidal a instancias de su actual propietario, Bernat Homar, que lo han cedido desinteresadamente.
“Bien está lo que bien acaba”, ha dicho Gómez, quien ha admitido que, seguramente, su asociación no tendría hoy sitio en el Salón de no haberse publicado ayer la noticia y si la gente “no hubiese reaccionado con indignación”. El presidente de los Amigos del Museo ha agradecido, asimismo, la intervención de Margarita Dahlberg “por su intermediación y su defensa del patrimonio”.