El jueves 17 de junio hará escala en el puerto de Palma el Mein Schiff 2. El buque de la empresa alemana TUI pondrá fin a más de 15 meses sin cruceros turísticos en las Islas Baleares a causa de la pandemia.

La vuelta de los cruceros ha generado optimismo pero las expectativas son moderadas porque este verano pasarán por Mallorca menos del 10 por ciento de los turistas de cruceros que lo hicieron en 2019 y se espera que el próximo año sea el de la recuperación definitiva.

La actividad se retoma primero con travesías nacionales, con un itinerario por el Mediterráneo español, que incluye los puertos de Cádiz, Málaga, Cartagena y Barcelona, además de Palma. El Mein Schiff 2, con un millar de pasajeros alemanes a bordo, desarrolla el concepto de “crucero burbuja”, que se ha desarrollado con éxito desde finales del pasado año en Canarias.

Todos los viajeros fueron trasladados en avión por TUI desde Alemania hasta nuestro país y se ha establecido un protocolo sanitario que contempla, entre otras medidas, pruebas PCR para la tripulación y los cruceristas, aforos limitados al 50% y una póliza de seguro médico para los pasajeros que garantiza la hospitalización en escala.

El Mein Schiff 2 tiene previsto realizar una escala semanal en Palma durante todo el verano. Tras la publicación hace una semana en el BOE de la aprobación del permiso para reanudar los cruceros internacionales en España, las compañías están trabajando para intentar recuperar un mercado que hasta el parón iba viento en popa en nuestro país.

MSC Cruceros será la primera naviera en operar cruceros internacionales en España, pero en su oferta de itinerarios por el Mediterráneo occidental con su barco MSC Grandiosa ha decidido eludir, al contrario que otros años, el puerto de Palma.

El estreno internacional en Mallorca corresponderá a Costa Cruceros, que ha anunciado que su buque insignia, el Costa Smeralda, hará su primera escala en Palma el próximo 6 de julio. El crucero, llegará de Barcelona y tras su paso por Mallorca pondrá rumbo a Cagliari. A partir de mediados de julio, TUI ofrecerá también cruceros internacionales con inicio y llegada en Palma como puerto base. También la compañía Aida está trabajando para iniciar los trayectos de su barco Aida Perla a partir del 15 de julio, mientras que Royal Caribbean ha propuesto que el Harmony of the Seas retome sus operaciones a partir del 15 de agosto.

MENOS ESCALAS Y TURISTAS

Hasta final de verano, la APB tiene previstas un total de 101 escalas en el puerto de Palma aunque, en realidad, la mayoría no llegará a concretarse. Las compañías realizaron estas solicitudes con mucha antelación y, ante un escenario tan cambiante, no modifican su calendario hasta unos pocos días antes de la llegada del barco, cuando realizan la anulación.

Si atendemos a los cruceros que hasta la fecha sí han confirmado las diversas compañías, serán alrededor de 35 las escalas que se llevarán a cabo este verano, unas cifras que quedan muy lejos de las casi 200 que se registraron en la temporada alta de 2019. En cuento a pasajeros, si tenemos en cuenta las restricciones de aforo de los buques, apenas llegarán a la ciudad unos 70.000 turistas, una cifra ridícula frente a los cerca de 900.000 que lo hicieron hace dos años.

Pese a que el volumen de turistas será bajo, la simple reactivación es vista con optimismo tanto por la patronal de cruceros turísticos CLIA como por la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (PIMEM), que consideran que los cruceros son una fuente importantísima en la actividad turística que genera riqueza en el tejido de las empresas y comercios.

El último estudio realizado por la Autoritat Portuària de Balears (APB) en 2015, con la Universitat de les Illes Balears y la Cámara de Comercio, constataba que el impacto económico de la actividad de cruceros en la ciudad de Palma es de 224 millones de euros.

De esta cantidad global, el 39,44 % fue a parar al pequeño, mediano y gran comercio, mientras que el 12,54 % y 12,46 % benefició a la oferta de alojamiento (hoteles) y transporte (taxis y autobuses de transporte regular y discrecional), respectivamente. La escala de un solo crucero en el puerto de Palma genera más de 325.000 euros de ingresos.