Exámenes excesivamente largos, con errores de bulto y un tiempo insuficiente

El profesor Ricardo Maldonado analiza para Gaceta Náutica los polémicos exámenes de patrón y capitán de yate

Nadie hay mejor para juzgar un caso que un buen juez. Ricardo Maldonado es profesor de navegación, oficial de la Armada y profesor de titulaciones náuticas para las modalidades PER , patrón de yate y capitán de yate. Maldonado ha analizado para Gaceta Náutica en un video que puede verse aquí los exámenes de la última convocatoria en Baleares de diciembre para los títulos de patrón y de capitán de yate. Justo estos días se encuentra navegando por Tahití en ruta para realizar el transporte a Palma de un yate de 60 metros.

El profesor ha analizado en un video de 25 minutos casi una por una las preguntas de los exámenes y su conclusión es taxativa: “Los exámenes son excesivamente largos, con errores de bulto y en el tiempo que se daba para resolver el examen el alumno no lo puede resolver”. En opinión de Ricardo Maldonado, los responsables de la prueba deberían analizar estos exámenes para que no vuelva a ocurrir algo parecido. Si no ocurre así, expresa “la gente irá a examinarse a otras comunidades autónomas donde se pongan exámenes normales, como ha ocurrido en Baleares hasta esta última convocatoria”.

Maldonado señala en su completo análisis, que ha tenido la gentileza y paciencia de realizar a petición de Gaceta Náutica, que hay varios errores de bulto, como el señalado ya por un error en la latitud en los datos ofrecidos en un problema que imposibilitaba alcanzar una respuesta correcta (pregunta 35 en la convocatoria de Palma de patrón de yate). El experto también ha localizado otras incongruencias conceptuales como confundir altura media y altura significativa de las olas (pregunta 12 de patrón de yate) o una pregunta que califica como mal redactada, mal construida y mal respondida sobre la corrección total calculada (pregunta 29 de patrón de yate).

En el caso de la prueba para la titulación de capitán de yate el profesor también encuentra errores como en la pregunta 5, que da como buena la respuesta que afirma que la trayectoria de un ciclón tropical en su primera fase es paralela al Ecuador, cuando no es así. En la pregunta 26, en la que se pregunta sobre la definición de declinación de un astro, los examinadores dan como correcta la respuesta A. Esta opción sería relativamente buena con matices, pues utiliza el término ‘arco menor’ que resulta confuso y erróneo. Sin embargo, la opción que se ajusta con exactitud a la definición es la B, considerada como mala por el examinador.

Maldonado tacha algunas de las preguntas de rebuscadas, pues en ocasiones preguntan datos que no están en el programa o utilizan términos en inglés que no tienen que ver con el nivel técnico necesario para un capitán de yate sino para un nivel general avanzado del idioma. También encuentra un error relacionado con el inglés en la pregunta 19 donde se califica como correcta una respuesta en la que MV (Mercan Vessel), se traduce de manera incorrecta como ‘motonave’.

El experto profesor de náutica califica varias preguntas como malintencionadas y que van a cazar al alumno.

En cualquier caso, probablemente el factor al que otorga más importancia Ricardo Maldonado al hablar de la excesiva dificultad del examen es la falta de tiempo pues la complejidad de al menos cuatro de los problemas imposibilita completar el examen en el tiempo de hora y media fijado para esa parte de la prueba de capitán de yate. De hecho, concreta que para uno de los problemas, el de la pregunta 35, él tarda de 10 a 15 minutos en solucionarlo incluso haciéndolo todos los días durante un año. Lo cual supone que un alumno debería tardar un mínimo de 20 minutos. Si tenemos en cuenta que en la parte final del examen de capitán de yate hay en total cuatro problemas con la misma dificultad , con hora y media de tiempo para resolver no solo esos cuatro problemas, sino las 40 preguntas de esa parte del examen, queda patente que es prácticamente imposible conseguir pasar la prueba.

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