Un catamarán de 50 pies ardió ayer en el Real Club Náutico de Palma.
El caso del catamarán incendiado ayer en los pantalanes del Real Club Náutico de Palma seguramente erizó el vello de más de un patrón imaginándose en una situación tan desesperada como la de ver a nuestro barco prendiéndose fuego sin saber muy bien qué debemos hacer.
Las situaciones en las que nos podemos encontrar humo o fuego en nuestro barco pueden tener un origen muy diverso: sobrecargas eléctricas o cortocircuitos, sobrecalentamientos o fugas en el motor, las baterías, que pueden llegar incluso a explotar simplemente si estamos fumando mientras comprobamos el nivel del electrolito, las cocinas, de gas o eléctricas, un cigarrillo mal apagado o un simple trapo que se quede encima del motor. Incluso un haz de luz que incida con un ángulo específico contra una superficie transparente puede ocasionar un efecto lupa que origine el fuego, aunque estos casos son excepcionales. Curiosamente, en contra de las apariencias, la fibra de vidrio es ignífuga; lo que la convierte en combustible son las mezclas con poliéster, resinas o pinturas, o las burbujas de aire que se van formando en su estructura.
A pesar de este amplio abanico de posibilidades sobre el origen de los incendios, Salvamento Marítimo sí que ha concretado unas recomendaciones sobre lo que hay que hacer en el momento en que detectamos humo o directamente llamas en nuestra embarcación. El responsable del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Baleares, Miguel Félix Chicón, nos da las claves esenciales: “Lo primero que hay que hacer es parar el motor, apagarlo todo, salvo la radio, y realizar sin demora una llamada de emergencia informando sobre la incidencia”. A partir de ahí, continúa, “habrá que buscar el origen del humo o de las llamas y, si fuera posible, atacarlo con nuestros medios de extinción”.
Sin embargo, Chicón precisa que debemos tener cuidado ya que no podemos intentar extinguir con agua el origen de un incendio eléctrico, pues podemos electrocutarnos. También debemos tener cuidado si el incendio tiene origen en un sitio cerrado, como la zona de máquinas, pues si abrimos el compartimento afectado, la súbita entrada de oxígeno puede desatar la intensidad de las llamas.
Una sencilla maniobra que puede evitarnos un gran disgusto es ventilar el compartimento motor antes de poner en marcha la embarcación para que se disipen posibles concentraciones de gases que puedan originar un incendio en combinación con el calor, una chispa eléctrica o microfugas que originen peligrosas pulverizaciones de aceite o combustible en la zona de máquinas.
En cualquier caso, resulta de vital importancia tener los medios de extinción en perfecto estado, y saber aprovecharlos teniendo en cuenta que su alcance es siempre limitado: “Tenemos que atacar con el extintor la base de las llamas, no las llamas en sí”, especifica. El responsable de Salvamento Marítimo en Baleares reconoce que un incendio en una embarcación es una de las escasas situaciones en que sí es recomendable abandonar el barco en la embarcación auxiliar si se dispone de ella para evitar daños mayores, pertrechados por supuesto con nuestros chalecos salvavidas.
Si el incendio se desata cuando el barco está amarrado en puerto hay que aislar a toda velocidad el barco afectado cambiando de ubicación las embarcaciones que hay alrededor para evitar que se extiendan las llamas, como se hizo ayer en el incendio de un catamarán en Palma. “Es incorrecto y muy peligroso intentar remolcar el barco en llamas lejos de los demás, pues el cabo de remolque puede romperse por el fuego y entonces nos encontraremos con un barco incendiado descontrolado dentro del puerto que puede originar un auténtico desastre”, avisa.
Como siempre, más vale prevenir que curar y es necesario extremar la precaución cuando estemos manipulando combustible. Está terminantemente prohibido rellenar los depósitos tanto en puerto como en el mar. En cambio, esta peligrosa maniobra está detrás cada año de graves accidentes en los que los afectados, si sobreviven, sufren cicatrices que arrastrarán con seguridad el resto de su vida.
No hay que descuidarse tampoco en el momento de repostar en la estación de servicio: “Es importante que al hacer combustible el boquil del suministrador esté en contacto con la boquilla de nuestro depósito para evitar la electricidad estática” alerta Miguel Félix Chicón.
En los casos de incendios de embarcaciones en puerto, también hay que cercarlas con una barrera anticontaminación para evitar la propagación de posibles vertidos contaminantes. Incluso puede darse el caso de que lo correcto sea hundir el barco en la zona de amarre, con el fin de extinguir las llamas rápidamente, para luego reflotarlo con los medios necesarios.
Una medida de prevención que recomienda encarecidamente el responsable en Baleares de Salvamento Marítimo es mantener todo el barco en un perfecto estado de limpieza, sobre todo en la zona de máquinas. Esta pulcritud, explica, “además de prevenir por si sola posibles incendios causados o alimentados por restos de aceites o combustibles, nos permitirá identificar al instante cualquier pequeña fuga que con el tiempo pueda ser la causa de un incendio de inciertas consecuencias”.