La presidenta del Govern, Francina Armengol, acompañada del conseller de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, y del alcalde de Palma, José Hila, ha inaugurado este viernes el nuevo colector interceptor y el nuevo tanque de tormentas, construido junto a la depuradora del Coll de’n Rabassa (EDAR II).
Las infraestructuras han sido financiadas a través del cánon de saneamiento y han tenido un coste de 27 millones de euros. El colector es una tubería de dos metros de diámetro y tres kilómetros de recorrido que recoge las aguas residuales y pluviales desde la zona de Llevant de Palma y las deriva o al tanque o a la depuradora. El tanque es un depósito para retener el agua de lluvia, sobre todo cuando hay episodios de precipitaciones muy intensas, que a menudo generan derrames. Tiene una capacidad de 50.000 m³ y unas dimensiones de 101,5 metros por 80,5 y 7,4.
El tanque cumple, además, una función fundamental de reducción de la contaminación, porque recoge los contaminantes que arrastran las lluvias. Estos contaminantes se decantan al fondo del tanque y no salen al mar, con lo cual se contribuye de manera muy importante a la mejora de la calidad de las aguas de la bahía de Palma.
El objetivo es que con estas nuevas infraestructuras se eliminen el 90 % de los vertidos y se solucionará así un problema histórico de la ciudad de Palma y el cierre de las playas de Ciutat Jardí y Can Pere Antoni. Ambas instalaciones ya están operativas después de un periodo de pruebas y de ejecutarse todas las conexiones; por lo tanto, ya recogen aguas pluviales y residuales. Ahora se hará el seguimiento para hacer los últimos ajustes.
Durante la inauguración, la presidenta ha defendido «una obra absolutamente necesaria que durante años no se hizo porque no se afrontó la realidad que tenemos», pero que «no podía esperar más y que se ha hecho gracias a la capacidad de entendimiento y el empujón de las instituciones». Francina Armengol ha recordado que «empezamos a gobernar en 2015 y pensamos que era básico plantear cómo queríamos mejorar todo el ciclo del agua en términos muy amplios», motivo por el cual se impulsó un pacto por el agua entre todas las instituciones.
La presidenta del Govern ha reivindicado que a partir de la llegada del pacto de izquierdas al Ejecutivo se decidiera «cambiar la normativa para que el cánon de saneamiento se destinara íntegramente a inversiones del ciclo del agua, un hecho que hasta entonces no sucedía».