Ismael Uali (derecha) recibe el premio Valores Humanos en la Gala Nacional del Piragüismo.
Deporte y valores deberían ser dos conceptos gemelos e inseparables, casi siameses. No siempre es así pero en Baleares tenemos abundantes ejemplos de ello aunque muchas veces no se les presta el necesario reconocimiento. Afortunadamente, en esta ocasión sí ha sido así e Ismael Uali acaba de recibir el Premio Valores Humanos de la Real Federación Española de Piragüismo. Uali, director técnico del equipo español de paracanoe y responsable también de la misma sección y del grupo de jóvenes promesas de piragüismo del RCN Palma, se lo ha ganado a pulso. El comunicado hecho público por la federación nacional alude a “su superación personal” y el haber conseguido que el paracanoe sueñe con “cosas importantes en París 2024” como logros que le hacen acreedor del galardón.
Uali se echó a la espalda el paracanoe nacional tras hacerse entrenador de Adrián Castaño, primer balear paralímpico en esta disciplina. Los resultados son evidentes: “Cuando entré pasamos de tener 12 deportistas clasificados a los 175 que tenemos ahora. En Rio solo teníamos un deportista que fue a los Juegos, en Tokio ya fueron 5, y ahora para París la evolución va a ser unos 7 deportistas en los juegos con un mínimo de dos posibilidades de medalla”.
Uali llegó a Mallorca desde Aranda de Duero en Burgos, “cansado de pasar frío” como él mismo comenta. Llegó a Palma en 2008, tras su etapa como entrenador en Castilla y León. “Ahora ya no me sacan de la roca ni con espátula”, bromea.
“Cuando empecé con Adrián Castaño en el paracanoe veía cuestiones que eran bastante injustas porque la manera de asignar categorías no era la más correcta, me empecé a involucrar con la federación para hacer las cosas según reglamento y en 2011, durante un campeonato, desde la federación nacional me ofrecieron llevar la sección de paracanoe”.
Uali, en el centro, junto a los paracanoístas Adrián Castaño y Úrsula Pueyo en el último mundial de Maratón de Portugal.
Uali partió desde cero: “No había concentraciones, no teníamos material y a través de subvenciones y de resultados hemos ido superándonos y creciendo hasta llegar a la organización que ya tenemos”.
“En Palma” –afirma- “tenemos ya un buen número de paracanoístas entre los deportistas del RCN Palma y los del Club de Mar. En Menorca, estamos ya sacando un grupo y parece que Ibiza se resiste un poco más, pero en toda España cada año contamos con más de cuarenta deportistas nuevos”.
El técnico tiene clara la razón de ser de todo esto: “La base de todo este proyecto es poder dar la oportunidad a todas las personas con discapacidad de practicar el piragüismo” pues considera que “es un derecho básico que lo pueda practicar todo el mundo, ya que el paracanoe tiene categorías o clases deportivas que pueden albergar a cualquier persona con cualquier tipo de discapacidad”.
Ismael Uali lleva años rompiendo barreras y estereotipos pues aclara que: “No son personas con discapacidad haciendo deporte, sino que son deportistas con alguna discapacidad y, en este caso, el orden de los factores sí que altera el producto”. El técnico del RCN Palma cita el caso del estadounidense Greg Barton, que ganó dos oros olímpicos en Seúl y cuatro campeonatos mundiales entre 1985 y 1991 compitiendo con los deportistas ‘convencionales’ a pesar de que tenía polio y hoy podría ser paracanoísta. “Para los entrenadores, no es tan difícil como parece” –asevera- “cada paracanoísta requiere de sus adaptaciones y elementos de seguridad pero lo mismo pasa con niños de 8 o 10 años en el agua”.
Sin embargo, reconoce que lograrlo no es sencillo: “Lo primero es convertir a las personas en deportistas, lo que puede suponer de tres a cuatro años, y luego ya se puede empezar a pensar en resultados, y conseguir llegar al alto rendimiento puede conllevar de seis a siete años”.
El papel del técnico como formador de personas, además de deportistas, es esencial, según destaca: “Aparte de las cuestiones técnicas y físicas, también entrenamos conductas, tenemos que crear unos hábitos en base al deporte. En el piragüismo, igual que en la vela la constancia, la perseverancia o el esfuerzo son la base”. Para Uali, el trabajo personal con los más pequeños es vital: “Tienes que hacer entender a unos niños con una mentalidad del yo, el aquí y el ahora que el éxito no es ganar campeonatos, sino el esfuerzo diario, explicarles que tienen que poner un ladrillo cada día y que dentro de unos años, cuando miren hacia atrás, se darán cuenta de que han construido un castillo, aunque necesitan a un profesional a su lado que les explique cómo colocar esos ladrillos”.
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