Kiko Martín (dcha.) junto a Sete Benavides el día que por fin el canoísta recibió su medalla olímpica.
El piragüismo y, en concreto, la canoa está viviendo su edad de oro en Baleares y también en España. No hace falta insistir en algo evidente: el RCN Port de Pollença se ha convertido en una referencia mundial en canoa con deportistas como Sete Benavides, que ha recibido hace pocos meses la medalla que ganó en las Olimpiadas de Londres, o Joan Toni Moreno, campeón del mundo y de Europa este año.
Menos evidente sea tal vez para los que no conocen este mundo decir que Kiko Martín tiene buena parte de la ‘culpa’ de todos esos grandes triunfos. Comenzó como técnico de piragüismo del club de Pollença en 2004 y desde entonces, poco a poco, pero sin pausa ha llevado a cabo una incansable labor que ha convertido a un humilde club náutico del norte de la isla en una referencia mundial en canoa. Este año ha sido nombrado seleccionador nacional de canoa.
Kiko, que venía del atletismo, llegó al piragüismo a través de sus hijos cuando comenzaron a practicar este deporte en el club de Pollença y no tardó en convertirse en entrenador: «Por entonces, no se competía a nivel nacional, pero el año que yo entré ya llevamos a un par de chicos a los nacionales».
La piedra de toque, el cambio de paradigma llegó con Sete Benavides: «No se puede hablar de un ‘efecto Sete’, se debe hablar del ‘efecto Sete’. Es la pura realidad. Si él no hubiera existido, no seríamos ahora lo que somos. El 90 por ciento de barcos en el club son canoas. Él creó una inercia. Creó incluso una manera distinta de remar. Todo el mundo quería ser como él. Al principio nos costaba buscar canoístas. Ahora todos quieren serlo», destaca Kiko Martín.
Tras una larga espera de diez años, Sete pudo colgarse por fin su medalla olímpica de bronce por los Juegos de Londres, tras oficializarse el dopaje del segundo clasificado. Sin embargo, el técnico lamenta que «nos robaron ese momento del pódium delante de millones de personas. Ese instante nos lo perdimos, aunque la historia ya ha escrito que Sete tiene su medalla».
Pero Sete no es el único. Deportistas como Toni Segura, compañero de Sete en el C2 y la chilena María José Mailliard, son valores en alza del club. Sin embargo, el que más ha destacado este año ha sido Joan Toni Moreno, campeón del Mundo en C4 500 y campeón de Europa en C2 500, además de Premio Timón de Piragüismo de Gaceta Náutica. Martín repasa la temporada de Moreno: «Ha sido un año muy intenso y muy bonito para él, lo que le va a dar más pulmón, más optimismo, para afrontar esta temporada, que será dura con los clasificatorios y competiciones que dan plaza para París. Joan Toni tiene posibilidades de ir a las Olimpiadas junto a su compañero Adrián Sieiro, pero también puede ir el otro C2, el de los sevillanos Pablo Martínez y Cayetano García, y a los que también entreno. Los dos han demostrado ser los mejores barcos del mundo».
Lago Esperanza, un arma secreta
Pollença y las aguas del Lago Esperanza en Alcúdia se han convertido este año en la sede oficial de la selección nacional de canoa. El futuro centro de alto rendimiento anunciado hace unos meses confirmará esta zona del norte de Mallorca como una referencia en la canoa mundial, tanto por su nivel técnico como por sus condiciones especiales, según detalla Martín: «El agua salada del Lago Esperanza nos da más flotabilidad y mayor inestabilidad que el agua dulce. La viscosidad, ese agua tan dura, también es diferente y da mayor potencia entrenar en este agua». Muchos de los mejores palistas del mundo lo saben.