Mercedes Pardo lleva más de 20 años gestionando talento desde su puesto de directora general en el Instituto Marítimo Español (IME). También dirige el máster en Negocio y Derecho Marítimo que imparte el IME con la Universidad Pontificia de Comillas, además de la Cátedra del Mar de la Universidad Católica de Murcia. Es presidenta de la Asociación Educación Azul, que empezó su singladura hace tres años con la misión de acercar el mar a la sociedad a través de la educación, el empleo, el desarrollo profesional y la divulgación.

Pregunta.- El mar es nuestro futuro es el lema de la Asociación Educación Azul ¿Vivimos de espaldas al mar en España?

Respuesta.- Así es la realidad. Por esto el mayor reto es conseguir acercar el mar a la sociedad para que no se tenga un concepto negativo de este medio. Queremos inocular la pasión por el mar desde muy pequeños. La educación es el camino para fomentar la curiosidad por el mar, para promover experiencias de ocio vinculadas al mar y despertar vocaciones marítimas.  Nos gustaría poner en marcha la Semana Azul para los escolares, introducir una asignatura del mar en la educación primaria. Ya hemos desarrollado un proyecto piloto en Asturias.

P.- Además de formación, falta mucha información, porque la gran mayoría de alumnos desconocen los múltiples y variados trabajos que se ofrecen en el sector marítimo.

R.- El gran problema del sector náutico y marítimo es su escasa visibilidad, y la poca que tiene se asocia al ocio y no al mercado laboral. Estamos preparando un informe, que esperamos dar a conocer a final de año, sobre cuáles son las principales necesidades de las empresas en todos los ámbitos y también lo que buscan los candidatos, porque el primer dato que se refleja es que los jóvenes no se mueven por dinero o estabilidad, como antaño. Ahora quieren flexibilidad horaria, la posibilidad de viajar, trabajar a distancia o disponer de los últimos equipos tecnológicos. Las prioridades en la vida de los jóvenes han cambiado, y entre éstas no se encuentra el trabajo. Hay menos ambición y más ganas de disfrutar la vida. Espero que el fenómeno de la «gran renuncia» que se vivió en el sector tecnológico no se traslade a la náutica. Ya hay problemas para que las empresas puedan retener el talento.

P.- ¿Cómo poner remedio a esta situación?

R.- Es cierto que ya se notan los primeros síntomas de los problemas existentes para que las empresas puedan captar y retener el talento. Creo que, en este sentido, las empresas tienen que hacer employer branding para atraer a los jóvenes hacia los beneficios y retos que supondría trabajar en sus empresas.

P.- El empleo y el desarrollo profesional son otras de las líneas del proyecto de la Asociación Educación Azul. ¿En qué están trabajando?

R.- Queremos lanzar una guía de las carreras azules con los itinerarios formativos para los diferentes desarrollos profesionales que ofrece la Economía Azul.

P.- Se habla del bajo conocimiento en inglés y la falta de formación específica como los principales inconvenientes de los españoles para acceder al mercado laboral marítimo y de náutica de recreo.

R.- Esto es un hecho, aunque yo creo que la puesta en marcha de diferentes ciclos de Formación Profesional ha aliviado un poco este panorama, a pesar de que hemos empezado tarde. Los programas de FP duales, que combinan la enseñanza teórica con la práctica en empresas, son otro buen ejemplo del camino que hay que recorrer para cubrir todas las plazas vacantes en el mercado laboral marítimo. Me consta que ANEN tiene un compromiso en involucrar a sus asociados para que se pueda desarrollar esta formación práctica.

P.- El año que viene el IME cumple 40 años ¿Cuál cree que ha sido la mayor aportación en estas cuatro décadas y cuáles son los mayores desafíos de futuro?

R.- Estamos muy orgullosos de seguir formando profesionales de primer nivel e incorporarlos tanto en empresas como en instituciones del sector. También valoramos la fidelización de los alumnos que llegan a realizar varios cursos con nosotros, el talentoso claustro de profesores que está en permanente contacto con la profesión, y que más allá de los contactos de trabajo que se generan aquí, creamos una real comunidad marítima. Los mayores retos están en adaptarse a la constante evolución tecnológica y nuevos formatos de comunicación para mantener la excelencia educativa.

P.- El IME organiza este año 41 cursos de formación en seis áreas. ¿Tiene previsto aumentar la oferta?

R.- Nosotros siempre vamos de la mano de la demanda laboral que requiere la industria. Actualmente, estamos apostando por la línea de formación en logística marítima, donde se piden perfiles de gente joven para cubrir vacantes como marineros, soldadores, marinos para embarcarse, por ejemplo, en pesqueros. Este año hemos ampliado la enseñanza en digitalización de los puertos, blockchain en logística marítima o la descarbonización del transporte marítimo. Esperamos repetir el curso de gestión y dirección de instalaciones náutico-deportivas y el año que viene queremos poner en marcha uno de brokerage náutico.

P.- ¿En qué área del sector marítimo hay más oferta laboral?

R.- En la actualidad, muchas empresas españolas están apostando por las energías renovables marinas debido al despliegue normativo en cuanto a la descarbonización. En los próximos años se demandarán muchos perfiles técnicos en este ámbito, como también en la logística del transporte marítimo.

P.- ¿Cuándo dieron el salto a Latinoamérica y cuáles son las principales similitudes y diferencias respecto a España en cuanto a perfil del estudiante y cursos más demandados?

R.- Nuestra réplica formativa en países como Colombia o México, entre otros, se produjo de manera natural desde que comenzamos con nuestra aventura. Allí siempre hemos tenido las puertas abiertas. Hay muchas coincidencias con España, si bien, hay dos aspectos que marcan la diferencia: por un lado, el hecho de que la formación náutica está muy vinculada a la Armada y a la Marina Mercante, y, por otro, que tienen mucho camino por recorrer. Es un buen momento para que grupos empresariales se decidan a invertir en el desarrollo, por ejemplo, de marinas y negocios de chárter.

P.- Este mes de junio se cumple un año y medio de la creación Blue Up Talent. ¿Cuáles han sido los mayores retos desde su puesta en marcha y qué expectativas tienen para los próximos años?

R.- Es un proyecto muy ilusionante. Actuamos como agencia de cazatalentos y colocación para puestos de trabajo muy específicos y complejos que nos requieren una búsqueda exhaustiva de profesionales con experiencia y formación que no se encuentran en las redes sociales.  No sólo para la náutica de recreo sino también para el sector de la marina mercante y la pesca, entre otros.