La gran fiesta de la vela latina suelta amarras en Cala Gamba

La primera jornada marinera de la Diada de Mallorca reúne a la mejor flota de botes y embarcaciones tradicionales de Baleares

La gran fiesta anual de la vela latina ya ha comenzado y este año la invitada de honor en una barqueta pescadora de la Albufera valenciana: la Alba, que visita por primera vez Mallorca. Tras la jornada cultural en tierra de ayer, hoy el protagonismo de la Diada de Vela Llatina de Cala Gamba se ha desplazado al mar. A primera hora de la mañana las barcas a remo han realizado un recorrido hacia Es Carnatge recordando cómo hubo un lejano tiempo en el que la única fuerza motriz la proporcionaban los brazos de los marineros en lugar de los motores. Ya a mediodía, los barcos de vela latina reclamaron su papel primordial en la Diada y comenzaron a salir al mar para celebrar navegando el encuentro de casi medio centenar de embarcaciones en un evento que ha superado el ámbito deportivo para convertirse en jornada de hermandad, intercambio de experiencias y de difusión del patrimonio marítimo balear.

Son muchos los protagonistas en el Club Nàutic de Cala Gamba y cada uno tiene una historia que contar. Este año ha venido una nutrida flota procedente de Portocolom, donde crece año tras año la afición por la vela tradicional. También participan en esta edición barcos del Portitxol, el RCN Palma, S’Arenal y de Sa Ràpita y la Colònia de Sant Jordi. Sin embargo, el más antiguo de todos sigue siendo una embarcación local, el Callao de Bernat Oliver, que fue botado en 1893.

La invitada de honor de la Diada de este año es una barqueta pesquera, la Alba, acostumbrada a navegar en las aguas dulces de la Albufera valenciana. Esta embarcación, que no llega a los seis metros de eslora, no es muy antigua. Fue botada el año de las Olimpiadas de Barcelona. Según explica su armador, Joan Rossaleny, “en la Albufera el agua dulce estropea con mucha rapidez las barcas, no duran más de 25 o 30 años, y resulta más sostenible hacer una nueva que reparar constantemente las antiguas”. Sin embargo, Rossaleny utilizó para la construcción de la Alba las plantillas tradicionales para este tipo de barquetas, antes incluso de que incorporaran motor: “tiene mucha salida de agua, es el diseño original de vela, más llena a proa y así aguanta mejor el trapo”, detalla.

El Club Nàutic de Cala Gamba se ha convertido en destacado protector de este tipo de navegación y acoge de manera permanente un buen número de embarcaciones tradicionales en el conocido como Moll de sa Fusta, uno de los puntos más importantes del EcoMuseu Marítim que inauguró la entidad en 2021.

En el aspecto meramente competitivo, la primera jornada de la Diada ha dejado como líder en el grupo de Vela Llatina Clàssica al Cabrera, del Consell de Mallorca, con Diego Riera a la caña. En Llaüts Clàssics de Recorrido Abierto manda el Boeres de Bartomeu Rosselló, una de las embarcaciones de Mare Mar Fundació. El Tinita de Pere Reus y Antoni Estades ha ganado las dos pruebas de la clase Regata. En Llaüts Clàssics va primero el Annika, del Portitxol, de Guillem Amengual. En el grupo Dragonera, con cuatro embarcaciones del Consell en liza, se adelanta el Toro, con Bernadí Matas como patrón. Por último, una llanxa felanitxera de Portocolom, la Portocolom, de Toni Antich, encabeza la clasificación en la clase Oberta.

El evento cuenta un año más con el apoyo institucional del Consell de Mallorca que aporta la participación de embarcaciones emblemáticas como La Balear, Dragonera, Cabrera o Neófit, entre otras. Precisamente, el Consell declaró el año pasado la vela latina Bien de Interés Cultural Inmaterial.

La Diada de Vela Llatina y la labor de divulgación del patrimonio marítimo que realiza el Club Nàutic de Cala Gamba no serían posibles sin el apoyo de las empresas que patrocinan el evento: Fan Mallorca ShoppingAutovidal Mercedes-BenzVitrac y Construcciones Pep Fiol.

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