El sector de la reparación y mantenimiento de embarcaciones reclama a la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) un “cambio de rumbo urgente” para evitar que la falta de espacio provoque la decadencia de la industria náutica en los próximos años.

La Asociación para el Desarrollo Náutico de Empresas y Autónomos (ADNEA) ha puesto de manifiesto su malestar ante la falta de espacio para llevar a cabo su actividad en el puerto de Palma y considera que el sector está en una situación límite que pone en serio riesgo la continuidad de la industria náutica en Mallorca.

Jordi Mora, presidente de la patronal de la pequeña y mediana empresa en Mallorca, PIMEM, ha afirmado que la isla no puede permitirse el perder su industria náutica y ha solicitado a la APB "una solución de manera urgente a este problema burocráitco o adminitrativo". Mora ha lamentado también que la Conselleria de Sectores Productivos del Govern se haya desentendido del asunto. "La admninistración pública tiene una responsabilidad directa porque estamos perdiendo industria náutica, una actividad que genera puestos de trabajo altamente cualificado".

Por su parte, el presidente de ADNEA Álex Casares ha remarcado que el sector necesita estabilidad y certidumbre porque “los dos últimos años han sido complicados debido a la pandemia, a la aplicación del tasazo de la APB a empresas y autónomos y ahora la guerra de Ucrania”.

ADNEA calcula que la fuga de clientes debido a la falta de espacio en el puerto de Palma ha provocado unas pérdidas directas en facturación de entre 70 y 80 millones de euros y advierte de que, si no se soluciona el problema, el perjuicio será aún mayor pues supondría no poder atender a 65 barcos de entre 40 y 60 metros en varadero y a 40 más de hasta 90 metros en amarre.

La asociación náutica señala que, debido a esta falta de espacio, muchos yates están optando por realizar sus trabajos de reparación en otros destinos y que las empresas náuticas de Mallorca se están viendo obligadas a salir fuera para poder atender a sus clientes. “Estamos haciendo un regalo a nuestros competidores y muchos de estos barcos no volverán a Baleares para estas tareas de mantenimiento”, ha asegurado Casares, que remarca que la decadencia del sector “ya se ha empezado a notar y va a ser un drama en breve”.

El presidente de ADNEA ha recordado que el varadero gestionado por la empresa STP, donde trabajan entre 500 y 600 empresas, no ha podido disponer esta temporada de una zona de 35.000 metros cuadrados en el Moll Vell que la APB le otorgaba en forma de autorización de ocupación temporal (AOT).

El ente portuario está dispuesto a ceder a STP este espacio como ampliación de su concesión hasta octubre de 2025, fecha en la que finaliza el plazo del concurso. Sin embargo, la concesionaria no acepta la propuesta si no se le da permiso para dotarlo de infraestructuras y medios de seguridad adecuados.

STP pretende dotar a esta área de canalización de agua, torretas fijas de electricidad, suministro de aire comprimido, una zona de pintado de mástiles, aparcamiento y más amarres para embarcaciones. La empresa ha pedido a la APB, entre espacio de varadero y espejo de agua, un total de 55.000 metros cuadrados, 20.000 más de los que venía ocupando.

Además, para poder amortizar la inversión que llevaría a cabo, la concesionaria ha solicitado a la APB una prórroga en su título concesional de más tiempo. ADNEA apoya la solicitud de la empresa STP porque “es necesario para desarrollar nuestra actividad más fácilmente y poder ofrecer esas mejoras a nuestros clientes” ha afirmado Casares.