
En 2004, un estudio demográfico hizo saltar la alarma acerca de la pardela balear, anunciando un declive que podría llevar a la extinción de la especie en pocas décadas. Poco más de diez años después, y pese a los avances sobre el papel, el pronóstico para la especie no ha mejorado. Así lo confirma un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Applied Ecology, que señala como probable la extinción de la especie en cerca de 60 años, si nada cambia.
Liderada por el mismo equipo que realizó el trabajo de 2004, del Grupo de Ecología de Poblaciones del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados–IMEDEA (CSIC-UIB), la investigación ha contado con la participación de SEO/BirdLife, entre otras instituciones españolas y británicas.
La revisión del estado de conservación de la especie se hacía necesaria tras el notable incremento en el conocimiento de la especie, sobre todo en el ámbito marino. Especialmente importante era tomar en consideración las nuevas estimas poblacionales, significativamente mayores a las existentes en 2004 -lo que en ningún caso indica un incremento poblacional, sino simplemente una mejor evaluación-, y que habían levantado voces a favor de rebajar la categoría de amenaza de la especie. Asimismo, hoy en día se dispone de nuevas técnicas de modelización que permiten análisis más complejos inclusive la cuantificación de las causas de mortalidad.
Pese a todos estos cambios, y según las conclusiones del nuevo estudio, el veredicto final se mantiene: la pardela balear vuela hacia la extinción.
Capturas accidentales por pesca
En el nuevo estudio, además de actualizar las estimas de supervivencia y los diagnósticos de conservación de la especie, se han estimado nuevos parámetros demográficos, como el reclutamiento o la supervivencia juvenil, y se ha cuantificado por primera vez la mortalidad de este ave en artes de pesca. Esto último ha sido posible mediante la recopilación de datos de recuperaciones de anillas, así como de datos de centros de recuperación de fauna silvestre.
“La información disponible es escasa, por lo que los resultados deben tomarse con cierta cautela y las administraciones deben hacer un mayor esfuerzo para recopilar datos”, apunta la autora principal del estudio e investigadora del IMEDEA, Meritxell Genovart. “Sin embargo, la supervivencia anual sigue siendo alarmantemente baja y todo apunta de nuevo hacia las capturas accidentales como su principal amenaza, lo que refuerza la necesidad de abordar este problema”, añade.
“Presumiblemente, y de acuerdo con la información acumulada a través de diversos trabajos en marcha, el problema afectaría a todo el ámbito de distribución de la especie, que incluye el Mediterráneo occidental y el área atlántica europea”, apunta Pep Arcos, responsable del programa marino de SEO/BirdLife.
Actualmente, varios socios de BirdLife International trabajan coordinados para abordar este problema, centrando por ahora los esfuerzos en el Mediterráneo español a través del llamado Seabird Task Force, en el que SEO/BirdLife juega un papel destacado. “El objetivo es realizar una evaluación lo más detallada posible de dónde y cómo ocurren las capturas accidentales, y trabajar junto a los pescadores y las administraciones para desarrollar, probar y poner en práctica las medidas de mitigación más eficaces”, comenta Arcos.
Atención a las colonias de cría
El nuevo estudio demográfico se basa en datos de colonias libres de depredadores introducidos, como ratas y gatos, pero este no es el caso de otras colonias, donde las pardelas baleares sí sufren esta presión adicional. En la actualidad existen unas pocas iniciativas puntuales para desratizar algunos islotes, pero es necesario ampliar los esfuerzos y abordar también el problema de los gatos y otros carnívoros, más complejo pero de mayor impacto.
Por otro lado, el estudio ha desvelado la escasez de datos demográficos sobre la especie, algo crucial para realizar un buen diagnóstico de conservación. SEO/BirdLife lleva 5 años trabajando en el oeste y sur de Ibiza en colaboración con otras organizaciones para consolidar un programa de seguimiento de la reproducción de la especie, con el fin de paliar esta deficiencia. Asimismo, un equipo formado por investigadores ingleses -también implicado en el nuevo estudio demográfico-, ha trabajado en paralelo en el suroeste de Mallorca. No obstante, es necesario un compromiso por parte de las administraciones para consolidar y reforzar este tipo de iniciativas, velando para que cuenten con un buen asesoramiento científico y cumplan unos protocolos comunes mínimos.