La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de practicar actividades al aire libre y conectarnos con la naturaleza de manera sostenible. La participación en actividades como el senderismo, los deportes náuticos y ciclismo de montaña, entre otros, están ganando cada vez más adeptos entre los españoles.
Los investigadores Beatriz Morales-Nin y el Josep Alós del IMEDEA (CSIC-UIB), en colaboración con el Profesor Robert Arlinghaus de la Humboldt-Universität de Berlin y Leibniz-Institute of Freshwater Ecology, han realizado un estudio a nivel nacional para caracterizar la participación y motivaciones para practicar las actividades recreativas.
Este estudio, basado en una encuesta anónima a nivel nacional, demuestra que salir a pescar es una actividad al aire libre que ha practicado alguna vez la mitad de la población, y que en la actualidad conecta a 2,5 millones de españoles con los ríos, lagos y mares del territorio español.
Esta participación es mayor de lo esperado ateniendo a las 796,000 licencias de pesca continental en 2018 -según el Instituto Nacional de Estadística (INE)- las 872,000 licencias de pesca marítima y las cerca de 60,000 licencias de la pesca deportiva (actividad englobada en el Consejo Superior de Deportes).
El estudio demuestra que es necesario estandarizar la normativa para conocer el número exacto de pescadores marítimos, así como en la pesca fluvial, ya que la licencia de embarcación permite pescar grupos de personas sin la necesidad de un permiso individual. “En todo caso, no cabe duda de la importancia de la pesca en España con entorno al 7% de la población participando en ella – participación similar a las observadas en otros países europeos”, concluye la Profesora Morales-Nin.
BENEFICIOS EN EL BIENESTAR
En conclusión, este estudio revela que la pesca es una actividad muy importante para el tiempo libre en la sociedad española que puede considerarse basada en la naturaleza, con motivaciones y valores sobre la misma similares a otras realizadas al aire libre, ofreciendo beneficios en el bienestar de muchísimos españoles.
Sin embargo, como cualquier otra actividad recreativa al aire libre, requiere de una correcta gestión para no comprometer el equilibrio entre disfrute y conservación de la naturaleza. Y es que, aunque muchas de las capturas realizadas por la pesca son liberadas, particularmente en aguas continentales, la mortalidad, las especies invasoras, los residuos o la masificación, son algunos de los impactos que la pesca genera, pudiendo poner no solo en peligro la naturaleza, sino la práctica de la pesca misma en el ámbito del desarrollo sostenible.