La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha sacado a concurso la concesión administrativa para explotar comercialmente el restaurante situado en el edificio de la Lonja de Pescado en el Puerto de Palma. Se trata del conocido restaurante Can Eduardo, un local que en su privilegiado enclave cuenta con vistas a la Catedral y al Paseo Marítimo.
La superficie a explotar se divide en un local para restauración situado en el Contramuelle Mollet de 635,9 metros cuadrados en planta primera y una terraza descubierta de 326,4 metros cuadrados. El pliego de bases del concurso prohíbe expresamente dedicar la instalación a usos que no estén relacionados con la hostelería.
El tiempo de duración de la concesión será de cinco años, a contar desde el otorgamiento de la misma. La cuantía anual de la tasa de ocupación será de 41.772,89 euros y la tasa de actividad se establece en el 4%.
Las bases señalan que “si al finalizar dicho plazo, el edificio en el que se ubica el local continuase cumpliendo con la función de lonja de pescado de Mallorca, debido a que la actividad que en el mismo se lleva a cabo no hubiese sido trasladada a su futura y nueva ubicación, tal como así está previsto, la concesión podrá ser prorrogada”.
REMODELACIÓN EN STAND BY
Este concurso y el de la concesionaria de la Lonja del Pescado, que está en marcha y también tiene una duración de cinco años, confirman que la APB no tiene intención de remodelar a corto plazo la zona del Contramuelle Mollet.
El ente portuario presentó en 2018, bajo el mandato de Joan Gual, un proyecto para toda esta zona del puerto de Palma que incluía el traslado de la Lonja de Pescado y en el que se reservaba un espacio para el Museo Marítimo de Mallorca.
El plan también incluía el traslado de la concesión de Astilleros de Mallorca al extremo del Moll Vell, justo al lado de la zona de varada y reparación que ahora ocupa STP. Ambas empresas Servicios Técnicos Portuarios (STP) y Astilleros de Mallorca presentaron a la APB sendas competencias de proyectos para explotar el espacio. De momento, el organismo portuario no ha resuelto si acepta uno de ellos o, por el contrario, convoca un concurso abierto a otras opciones.